Grupos de docentes están estudiando una nueva campaña en contra de la cúpula de la Conselleria de Educació que no tiene la cuestión lingüística la cuestión central, sino el hecho de que se ha detectado un exceso de amianto en los edificios de una treintena de centros educativos.
Este material es considerado peligroso por los expertos científicos y puede motivar enfermedades e incluso depresiones ante el temor a perder la salud. El objetivo es que Educació se comprometa a solucionar este grave problema, "clara señal del
estado de precariedad con que trabajan los docentes".