Las investigaciones comenzaron a finales del pasado año, en el marco de la operación "Fresa", cuando se detectó un aumento del consumo de heroína en la zona y también se recibieron varias quejas vecinales, ya que en la zona hay un colegio y se encontraron diversos útiles empleados para el consumo de esta sustancia.
Los detenidos vivían con sus familias en dos inmuebles de la misma manzana, todos "okupados" desde hace tres años, y se comunicaban entre sí por un patio de la planta baja. En ellos, vendían la droga y también se ofrecía una zona para consumirla.
También se ofrecía a los consumidores de la droga un lugar donde consumirla
Les vendían la droga y les indicaban dónde inyectársela, para que la Policía no se la interviniese: en el trastero del edificio.
Tras ser concedida la autorización judicial solicitada para efectuar las entradas y registros, aproximadamente 50 agentes de la Brigada de Policía Judicial de Manacor, la Brigada de Seguridad Ciudadana de Manacor, la UPR y los Guías Caninos de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, entraron en el edificio. También se solicitó el apoyo aéreo del helicóptero, en previsión de que los detenidos pudieran escapar por las terrazas de la planta baja que comunican los edificios.