Un lector de mallorcadiario.com denuncia un episodio, ocurrido en La Rambla hace un par de semanas sobre las 21 horas. Una calesa transporta a 6 personas y avanza a trompicones por la conocida vía hasta que se detiene completamente. El chófer atiza al caballo para que reprenda la marcha y lo hace, pero hacia la derecha, invadiendo parte del otro carril por el que circulan coches y autobuses.
Varios viandantes llaman la atención al conductor: Uno de los animales no apoya la pata trasera derecha "probablemente por dolor o cansancio", y además "pone en peligro a las personas que transporta en una vía tan concurrida y con unos caballos que no pueden continuar".
Tras ello, el grupo se retira "para no poner más nerviosos a los animales, ni al chofer y mientras nos retiramos se bajan dos extranjeros, uno de ellos bastante corpulento". La galera vuelve a andar y es entonces cuando los que se han bajado, se suben de nuevo. Conclusión: dos caballos para siete personas y el carruaje.
La indignación por éste y otros episodios -que, afirman, se repiten y denuncian a diario en Ciutat- va en aumento. Cort ha anunciado que la ordenanza se va a modificar y que se están llevando a cabo más inspecciones, pero los animalistas han explotado -basta darse una vuelta por Facebook o Twitter- y muy especialmente, después de que esta misma semana, un caballo desbocado muriese tras chocar contra un muro.