El PGA Tour exhibe músculo en un domingo de ensueño en el que McIlroy reedita título en Canadá con Finau, Thomas, Burns y Rose brillando también.
Después de mucho ruido, arrancó el LIV Golf Invitational Series, respaldado por el fondo soberano de Arabia Saudí, se ha celebrado la primera prueba en el Club Centurion de Londres este pasado fin de semana, con un elenco de jugadores profesionales capitaneado por los americanos Phil Mickelson y Dustin Johnson como estrellas principales de esta liga, pero con la ausencia de las grandes figuras del golf mundial actuales, que de momento se mantienen fieles al PGA TOUR.
Sin tener un acuerdo de derechos de comunicación global y con una sensación general de desconcierto por parte de los aficionados al golf de todo el mundo ya que muchos desconocían el formato de juego, se conversaba mucho de la dotación económica y no tanto de golf. El ganador ha sido el sudafricano Charles Schwartzel, se embolsaba un cheque de cuatro millones de dólares, y declaraba que aunque estaba algo nervioso durante el juego, ya que tenía esa cifra en la cabeza, se encontró muy cómodo con su juego durante los tres días.
Cuando ganó el Masters en el año 2011 recibió 1.1 millones de dólares, lo que es seguro que nunca jugará un torneo dónde pueda ganar semejante cantidad con menos competencia deportiva.
La liga ha garantizado a Phil Mickelson unos 200 millones de dólares sólo por jugar, y se comenta que Dustin Johnson ha firmado un acuerdo por valor de 125 millones de dólares. Estos ingresos no los ha ganado ningún jugador en toda su carrera. LIV se juega en un periodo de cinco meses, con 8 eventos por temporada, 12 equipos y 48 competidores. Torneos, dónde los primeros clasificados se llevarán desde 540.000 dólares hasta 4 millones de dólares, no hay corte porque el formato es shotgun, y el último clasificado se lleva unos 120.000 dólares aproximadamente. También hay una bolsa global para el equipo ganador.
Hemos tenido cuatro españoles participando, Sergio García, Pablo Larrazábal, Adrián Otaegui y la joven promesa del golf español David Puig.
El fondo soberano saudí dentro de su plan de inversiones 2020- 2030 ya empezó construyendo nuevos campos de golf en su reino hace unos años , organizando torneos del tour europeo tanto masculino como femenino y haciendo una promoción del deporte para sus ciudadanos, y entre otras inversiones dentro del deporte , ha adquirido recientemente el equipo de fútbol de la Premier League el Newcastle por 409 millones de dólares.
LIV,es sin duda diferente, los saudíes han fichado como consejero delegado a Greg Norman apodado el “Tiburón”, sabe lo que es golf business, antiguo número uno del mundo, el australiano que desde hace años mantiene posiciones contrarias al PGA tour. A pesar de ser un jugador retirado del juego hace muchos años pero sigue dedicado al golf a través de sus múltiples y exitosos negocios; como su empresa de diseño de campos de golf "Greg Norman Golf Designs".
Sin duda, la creación de esta liga y su amago de romper el status quo del golf mundial le ponen de nuevo en el foco del golf mundial profesional. Norman se ha visto desbordado por los medios de comunicación, ha evitado hacer declaraciones de temas políticos o morales, un tema recurrente en todo este asunto. Habrá que ver la evolución de la liga a medio largo plazo, es lo importante de esta iniciativa, un melón que se abre y no se sabe lo que durará, de momento impera la incertidumbre-
Hay un tablero de ajedrez, dónde todos tienen que empezar a mover fichas. Hay competencia, dónde no la había antes, y esta no es cualquiera. Cierto es que los jugadores que han dado el paso al frente, abren oportunidades a otros. ¿hay sitio para tres circuitos? ¿nos veremos abocados a un circuito mundial con los cuatro grandes? , de momento parece que no, no es el camino, el PGA tour no tiene la intención, ya que su circuito es muy sólido, crece cada año y no le faltan sus patrocinadores, el golf americano pasa por un momento dulce en cuanto a talento deportivo y es donde todos los europeos y resto de jugadores del mundo querían jugar hasta ahora.
En el plano deportivo, la primera reacción del PGA tour la semana pasada ha sido suspender de inmediato a los jugadores que se han unido a la liga saudí, una medida que tendrán que apelar los jugadores para poder volver a jugar. Sin duda, en el terreno laboral, la suspensión es una medida discutible ya que los jugadores son trabajadores autónomos que pueden jugar donde quieran pero también el PGA tour es una organización privada , por otro lado está Mickelson que tiene su categoría vitalicia ganada en el PGA tour por ganar más de veinte torneos regulares, pero comprenderán que esto no le preocupa a Mickelson con la cifras que se barajan en la nueva liga.
En el caso de los diecisiete jugadores sancionados por el PGA tour, los que estén clasificados para los grandes en principio si podrán participar en ellos. La PGA ( asociación de profesionales americanos) está muy alineada con el PGA Tour, habrá que ver que decisión toma para el año 2023, si estos podrán participar o no en torneo anual.
El Masters de Augusta no ha dicho que los ganadores como Sergio García u otros antiguos ganadores no puedan volver a participar, esta regla que se iba a derogar por el Comité de Augusta se ha mantenido finalmente. La LIV ha remitido los puntos de esta semana a la Orden de Mérito Mundial, tendrán que decidir que estos puntos son válidos o no, según Norman debería contar para poder jugar los grandes.
Rory Mclroy uno de los jugadores que más se ha declarado en contra de esta liga, ganaba el Open de Canadá, y mandaba un recadito a Norman en sus declaraciones, sin duda se vio una imagen inédita, el público invadiendo el campo en el hoyo 18, una acción algo forzada por el PGA tour. Tendrán que mejorar la producción, atención al consumidor, y un dato clave, desde el fin de la pandemia la televisión de pago en Estados Unidos ha bajado en quince de millones de suscriptores.
El golf puede ser soporífero, hace años un alto ejecutivo del Circuito Europeo me comentaba su preocupación por este asunto y lo poco que se consumía el golf en televisión. El pastel televisivo, se tiene que repartir ahora de otra manera, la gente joven consume otro tipo de productos, están en el Metaverso, demandan las cosas rápido, quieren ver acción, no se trata de cambiar nada de lo establecido, pero si hacer algunas cosas diferentes. Poder ver la vuelta de prácticas de Dustin Johnson como hicieron la producción la liga saudí fue muy interesante, la participación de un árbitro en una intervención pedagógica también, así como otro tipo de imágenes que se vieron desde otra óptica y resultaron ser muy atrayentes.
El PGA tour, es una empresa rentable: tiene unos ingresos de 1.520 millones de dólares en 2022, sus principales ingresos proceden de los torneos (85%).Al mismo tiempo, se estima que el Tour pagará 427 millones de dólares en premios en 2022.
El tour pagará el 55% de sus ingresos totales (838 millones de dólares) a los jugadores a lo largo de la temporada. La bolsa media en 2022 será de 9,1 millones de dólares, lo que supone un aumento de más de un millón de dólares respecto a 2021.El 45% restante se utilizará para cubrir los gastos relacionados con el torneo y el TPC. El total de ingresos y "dinero de la bolsa" distribuido representa una proporción de 3,5. En términos simplificados, para que la LIV alcance un punto de rentabilidad similar, la liga actual necesitaría unos ingresos de 900 millones de dólares para alcanzar una relación similar de 3,5 entre ingresos y dinero de las bolsas.
Ustedes se preguntarán, ¿cómo se genera negocio en un circuito de este calibre? Con los derechos de los medios de comunicación.
Hasta la víspera del torneo, el ingrediente clave para ganar dinero no estaba todavía en el panorama. Sin embargo, el miércoles por la noche, la LIV consiguió cerrar acuerdos con DAZN, SuperSport y Sky Deutschland para ayudar a sufragar el coste del torneo, no se han revelado los detalles financieros, los acuerdos anunciados demuestran que las empresas de medios de comunicación están dispuestas a asociarse con la incipiente liga. Los acuerdos de derechos pueden haber llegado en el último momento, pero no deben considerarse en absoluto como un bote salvavidas para la liga.
Con el respaldo de la FPI, la LIV puede permitirse el lujo de operar con pérdidas durante el tiempo necesario para construir el producto. El hecho de contar con el respaldo de un fondo de 600.000 millones de dólares que tiene previsto alcanzar el billón de dólares en 2030 no sólo cambia el campo de juego, sino que altera las reglas del mismo.
Mientras el PGA Tour evalúa la amenaza de esta liga advenediza, sería prudente recordar que podría no estar jugando en la misma liga que la LIV, lo que podría ser un peligro muy a tener en cuenta.
José María Sans
Directivo de Campos de Golf y Consultor