Por primera vez el principal partido político de Baleares tiene sobre la mesa una propuesta, registrada oficialmente, para que, en el caso de aprobarse en su próximo Congreso, una próxima victoria electoral permita garantizar los derechos de los hablantes de nuestras dos lenguas mayoritarias: El balear, como lo llamaba Alcover, y el español. No entraré, en este artículo, en la credibilidad y cumplimiento de los compromisos electorales, aunque ya conocen mi opinión, publicada en reiteradas ocasiones.
Actualmente, las formaciones políticas llamadas constitucionalistas han renunciado a la libre elección de lengua. Unos defiendiendo la ilegal y antipedagógica inmersión obligatoria en catalán, y otros un trilingüismo repartido en porcentajes obligatorios que, en la práctica, como hemos visto, no se aplica; también conocido como “timolingüismo”. Término acuñado por mis queridos amigos de Galicia Bilingüe.
De ahí la importancia de la enmienda a la ponencia sobre educación y lengua del Partido Popular de Baleares, presentada por la candidatura de José Ramón Bauzá, en la que se defiende un sistema educativo basado en la libertad. Empezando por la primera de todas, básica y fundamental: La libre elección de la lengua de enseñanza por parte de las familias.
Es preocupante que el PP presente una ponencia sobre educación, cultura y lengua sin soluciones a un problema que perjudica a miles de familias como es la prohibición de escolarizar en español, la sustitución del balear por el catalán o el adoctrinamiento nacionalista que se sufre en muchos centros educativos. Los autores de la misma han despachado esta cuestión en unas pocas líneas, tan ambiguas que hasta los ultras del PSIB de Armengol o Més podrían estar de acuerdo.
La enmienda firmada por el exalcalde de Calvià y exconsejero de Turismo, Carlos Delgado, recoge todos los puntos necesarios para que la lengua deje de ser un factor de discriminación, antipedagógico, como lo es actualmente con la inmersión obligatoria en catalán. El catalanismo, ya de por sí aberrante en Baleares, ha conseguido imponer su aberración lingüística a toda la población balear: El 85% de los centros educativos de Baleares imponen la inmersión obligatoria en catalán.
Frente a esta dictadura catalanista, la libre elección de lengua es la solución a la vulneración de derechos y la puerta a un sistema de enseñanza equiparable a las democracias occidentales de nuestro entorno.
No existe ningún país en el que se obligue a la inmersión en una lengua regional. Todos los organismos pedagógicos internacionales, empezando por la UNESCO, recomiendan para el correcto aprendizaje de los niños la enseñanza en su lengua materna. Y una vez conseguido su dominio, introducir otra lengua en contacto, e incluso alguna extranjera si se cuenta con un profesorado correctamente preparado. Por eso, el trilingüismo puede tener éxito en un sistema de enseñanza en el que se garantice la libre elección de lengua. Y así evitar que los centros educativos no sean pseudoacademias de idiomas donde se prescinde del conocimiento porque éste a duras penas se comprende debido a la barrera lingüística impuesta por la ideología nacionalista o por los acomplejados de turno.
Así las cosas, este fin de semana sabremos qué ponencia se aprueba, quién presidirá el PP balear y si el partido mayoritario de las islas luchará para acabar con la discriminación lingüística y los perjuicios educativos y sociales que ésta conlleva, o, por el contrario, como ha sucedido en otras ocasiones, seguirá colaborando para que el mallorquín, menorquín e ibicenco sean definitivamente sustituidos por el catalán, y la lengua que compartimos con 500 millones de personas en todo el mundo siga proscrita en el sistema educativo balear, vulnerando nuestros derechos y libertades.
Sea cual sea el resultado, la causa de la libertad seguirá viva gracias a una sociedad civil independiente y activa a la que tengo el orgullo de pertenecer.