La adicción al juego es una realidad en Baleares y se sostiene con números. Los salones recreativos y las casas de apuestas han aumentado en Mallorca. Según informaciones de la Cámara de Comercio de Mallorca, en 2013 se otorgaron un total de 101 licencias, mientras que en 2018 se concedieron 160, lo que supone un aumento del 58 por ciento en apenas cinco años. A esto, hay que sumarle la proliferación de páginas de juego o casas de apuestas online, más accesibles para los jóvenes.
“La ludopatía es la adicción al juego. No se diferencia en nada con respecto a otras adicciones como el alcoholismo o la drogadicción. Psicológicamente es exactamente lo mismo, salvo que la ludopatía es una adicción a una conducta y lo otro son adicciones a una substancia, pero la parte psicológica de ambas es la misma. Es decir, uno está pensando todo el rato en jugar (como en beber); tiene síndrome de abstinencia por no jugar (como por no beber); acaba jugando (como bebiendo), aún sabiendo las consecuencias negativas que le conllevará; se siente mal después de haber jugado (o bebido). Es exactamente igual en cualquier adicción. Suelen quedar en “la rula”, como punto de encuentro, lo que predispone ya a generar cierta adicción, de la misma manera que quedar para beber o fumar puede generar alcoholismo o tabaquismo, el juego también, porque al igual que los anteriores, tiene un componente adictivo”.
LA LUDOPATÍA EN LOS JÓVENES
La fácil disponibilidad que ofrecen estos portales en internet y el laxo cumplimiento de las prohibiciones de edad en las salas de juego físicas han propiciado un importante crecimineto de la ludopatía en los jóvenes. Según un informe de la Comisión de Apuestas británica, unos 450.000 niños de entre 11 y 16 años apuesta regularmente en Reino Unido. Un número más alto que los menores que consumen drogas, alcohol o tabaco.
“El perfil del ludópata de toda la vida era el típico hombre de entre 30 y 45 años, proveniente de una clase social media-baja, que trabajaba en el sector servicios, casado, con hijos y que jugaba a la máquina tragaperras. Este perfil sigue existiendo, pero actualmente la mayoría de los ludópatas son jóvenes, muchos de ellos, menores de edad”, explica Susana Navarro-Reverter, psicóloga de la Associació Juguesca, centro palmesano para el estudio, la prevención y el tratamiento de la ludopatía. “Este nuevo perfil, que hace 10 años no existía, suele ser un joven de un nivel socio-cultural alto y con estudios superiores. Muchos son grandes conocedores del mundo deportivo, y utilizan esos conocimientos para apostar en las casas de apuestas deportivas. También son populares “la rula” o el póker online, aunque siguen acuden a salones de juego presenciales y muchos siendo aún menores”.
“Aproximadamente, 1 de cada 4 pacientes a los que atendemos son adictos al juego online. Hace cinco años eran puntuales los casos de ludopatía por internet. Esta cifra va en aumento, aunque la gran mayoría de pacientes aún acuden a salones de juego y casas de apuestas físicos”, subraya José Antonio Suárez, psicólogo de las Unidades de Conductas Adictivas (UCA), centros ambulatorios dependientes del IB-Saut, que atienden a personas con adicciones y a sus familias. “Cada vez encontramos más jóvenes en nuestras consultas. Hemos llegado a tener ludópatas de 12 años. Antes el juego que creaba mayor adicción era la máquina tragaperras, ahora es la ruleta, sobre todo la presencial”, añade Suárez.
EL PROBLEMA DE LA PUBLICIDAD
Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal o Carlos Sobera son algunos de los famosos que han publicitado páginas de juego o casas de apuestas online. Las empresas destinaron a la promoción un total de 328 millones de euros durante 2017. En estos anuncios se invita a jugar y apostar al telespectador, sin tener en cuenta que puede tratarse de un menor o un ludópata, y sin avisar de los posibles riesgos que conlleva. Un estudio del Consell Audiovisual de Catalunya (CAC) de este mismo año, asegura que el 45,3 por ciento de estos anuncios que se emiten por televisión lo hacen en horario infantil. Cifra que llega al 84,5 por ciento en el caso de la radio. Uno de los mayores riesgos que supone la emisión en horario infantil de este tipo de contenido es el de normalizar el juego online y las apuestas, y sobre todo entre un público joven, más vulnerable y manipulable.
"Muchos ciudadanos sostienen que, al igual que con el tabaco, existe un grave problema en España con la ludopatía, relacionado con este tipo de publicidad, que no solo perjudica gravemente la salud del que juega, sino además a su familia y entorno", advirtió el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, a finales de 2018.
UN NEGOCIO
Las casas de apuestas online facturaron 1.173 millones de euros solo en los nueve primeros meses del año pasado, el doble que en 2015, cuando sus ganancias fueron de 500 millones, según los datos de comercio electrónico de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Los ingresos brutos superaron los 4 millones de euros al día. Según el mismo estudio, un total de 3.067.774 de cuentas de 1.465.129 jugadores se mantenían activas a finales del año pasado, lo que evidencia que un 3,1 por ciento de la población española apuesta dinero a través de internet.
LAS CONSECUENCIAS
“La diferencia radica en que en la adicción hay una pérdida de control sobre lo que se apuesta. En el juego social se juega con amigos para divertirse, porque es algo lúdico, algo divertido. En cambio, en la adicción al juego se juega a solas y con el fin de reducir el displacer, porque ya hay una dependencia psicológica y fisiológica. Juegan para bajar el síndrome de abstinencia de ‘no jugar”, informa la psicóloga Susana Navarro-Reverter.
La ludopatía destruye el patrimonio económico: el adicto gasta todo el dinero del que dispone en el juego. Otra consecuencia son los posibles delitos a los que puede conllevar el impago de deudas o la agresividad, provocada directamente por la adicción. Un caso reciente, aquí en Baleares, es el de una contable de una agencia de viajes que falsificó cheques a los proveedores para gastarse el dinero en el juego. Fue condenada este mes de julio a dos años de cárcel por la Audiencia Provincial de Baleares.
Esta enfermedad también arrasa con las relaciones familiares, de pareja y amigos. Afecta a su vez al ámbito laboral, pues muchos llegan a faltar al trabajo para jugar, o dejan de ser eficientes en sus puestos al estar expuestos a niveles de ansiedad tan altos, por lo que acaban perdiendo el empleo.
“Es importante que se visibilice este problema. De la misma manera que cuando compras un paquete de tabaco, ves en la cajetilla los peligros de fumar, o se hacen miles de reportajes sobre otras adicciones más populares, como el alcohol o el cannabis, es importante que muestren las consecuencias de la ludopatía. Es un
problema de salud pública”, concluye José Antonio Suárez.