Más de
1.400 personas mayores de 65 años fallecen cada año a causa de caídas en nuestro país, según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Esta cantidad es mayor, por ejemplo, que las personas que murieron en 2013 a causa de accidentes de tráfico en vías interurbanas, que sumaron
1.128 víctimas, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Estudios geriátricos apuntan que uno de cada tres mayores sufre una caída al menos una vez al año. La mitad de estos percances se producen en un mismo nivel y por tropiezo, como afirma el informe de Detección de Accidentes Domésticos y de Ocio (DADO) del Instituto Nacional de Consumo. Además, un
58% de los accidentes ocurren en el propio hogar, especialmente en la cocina (24%), en el dormitorio (13%) y en el cuarto de baño (5%).
Muchas personas mayores sufren problemas psicológicos por pensar en la posibilidad de caerse, incluyendo el miedo, la ansiedad, la pérdida de confianza y la alteración de la percepción de la capacidad de caminar de forma segura. El
"miedo a caer" es, además, algo que la mayoría de mayores sufre en silencio y que puede afectar a sus capacidades físicas. Los médicos aseguran que el mayor que cree que va a caerse puede dejar de caminar con normalidad, hacerlo menos o incluso dejar de moverse y convertirse en una persona totalmente dependiente.