Mientras al mediodía se han realizado señales de humo, tras la puesta de sol se han iluminado numerosas torres y campanarios de toda la isla.
Más de 40 torres de defensa de la costa mallorquina se han encendido a lo largo de este sábado para reivindicar los derechos de las personas refugiadas en una iniciativa del IES Marratxí y la Societat Balear de Matemàtiques en el marco de la diada “Torres de Defensa dels Drets Humans”. El objetivo de esta acción ha sido concienciar "a las autoridades y a los ciudadanos de la dramática situación en la que viven las personas refugiadas".
El manifiesto de la iniciativa recalca que "la falta de respuesta ante este drama humanitario nos ha convertido a todos en testigos pasivos, cuando no directamente cómplices, de la muerte de miles de personas en medio de aquel mar que, en otro tiempo, se convirtió en cuna de lo mejor que podía ofrecernos la humanidad".
En este sentido, subraya que las torres y atalayas, concebidas originalmente como elementos defensivos ante los peligros del mar, deben servir ahora "como faros para iluminar el camino de aquellas personas que, huyendo de la guerra, la violencia y la miseria, aspiran a una vida mejor".
Otro objetivo era reclamar parte del legado del médico, astrónomo, matemático e historiador de Manacor Joan Binimelis en el 400 aniversario de su muerte.