La viga maestra

Ha pasado la Navidad y estamos en una semana un tanto anodina pues siendo hábil la actividad profesional y mercantil está casi parada pero las calles están llenas de ciudadanos que abarrotan los comercios, imagino que cambiando regalos y haciendo acopio para el día de Reyes.

Como es tradición la víspera de la Navidad el Jefe del Estado, el Rey, se dirigió a nosotros los ciudadanos; ese discurso tiene el interés de que se elabora en la Casa Real sin la intervención de las sucias manos del gobierno de la nación ni su visto bueno. Este año, como no podía ser de otra manera, y a la vista de la deriva que adopta el gobierno de la nación, junto con alguno autonómico, el Rey defendió la Constitución de 1978 como viga maestra de toda la estructura del Estado. Todo emana y tiene su origen en la Constitución, ahí se recogen derechos y obligaciones; por eso existen determinados partidos políticos que quieren cargársela, otros hablan de reforma y otros de actualización.

Esa Constitución, creo que me repito, nos ha dado la mayor etapa de paz en democracia. Durante cuarenta años los españoles no nos hemos sacudido físicamente acogiendo y aplicando unas normas democráticas. Eso no es fácil.

Estos últimos años estamos reculando por obra de los partidos radicales de izquierda a quienes la Constitución no les sirve pues no contemplan sus desmanes; el problema es que el PSOE de Sánchez entra en el juego para mantener la poltrona y está dispuesto a vender su alma al diablo para mantenerse en la moqueta roja. Afortunadamente aún quedan personas valientes, como el diputado señor García Adanero que se enfrenta al semanalmente al Gobierno ante su nefasta política antiterrorista. Desgraciadamente su hijo menor de edad sufrió hace muy poco una paliza propinada por unos menas, colectivo protegido por el Gobierno de la Nación, en perjuicio de muchos nacionales.

La viga maestra, si acudimos al diccionario de la RAE, es quien aguanta el peso de toda una estructura; estructura que en estos momentos está en peligro y que de la misma solo la corona y la judicatura nos defienden a los constitucionalistas.

El problema del PSOE y aliados es que no ofrecen nada mejor a lo que tenemos; el debate no es modificar la Constitución, sino modificarla para que diga que… y eso no lo sabemos a ciencia cierta pero la imaginamos.

Hace dos años y pocos meses que el premier Sánchez exhumó a Franco del Valle de los Caidos para enterrarlo en un cementerio común; a mi no me parece mal pero creo que en ese momento el país tenía problemas más importantes y así lo ha visto la ciudadanía que no le otorga redito electoral; por cierto en 1970 Franco derogó una Ley represora como era la de vagos y maleantes que promulgo en 1933 un gobierno presidido por el PSOE en la segunda república. Se demostró que Franco no era el principal mal del país, pero ya está bien donde se encuentra.

Eso solo fue un golpe de efecto del premier Sánchez, como lo fue la reunión del pasado miércoles, dos día antes de Nochebuena, reunión con pérdida de tiempo incluida y fuegos artificiales para anunciar como tantas veces la nada. Y así llevamos años.

Al premier, parece que se le empieza a estrechar el cerco, primero fueron las autonómicas de Madrid, ahora vendrán las de Castilla León, después Andalucía… y los citizens dándose un tiro en el pie cada día. Arrimadas ha conseguido en tiempo record hundir un partido.

En este pequeño país las cosas no están mejor, los c’s desaparecidos en combate, los nacionalistas y los regionalistas haciéndose el harakiri cada día, podemos en caída libre sin paracaídas, solo resisten, parece, los bipartidistas y un partido a la derecha de todos que siempre es una incógnita. ¿Y como le irá a la Presidente Armengol? Ya les digo que mal pues el Almirante Hila se ha encargado de destrozar la Ciudad y reducir el voto a su partido a mínimos históricos (ya lo verán) y la mitad del voto de esta Comunidad está en la capital.

Se termina este año 2021, malo para muchos y horrible para otros. La lista sería demasiado larga incluso para una columna como esta sin límite de espacio. La famosa gota que colma el vaso es la subida de la electricidad y la sexta ola. Desde hace mucho, quizás demasiado, me considero un privilegiado; mis hijos sanos, yo también, tengo trabajo y las necesidades básicas cubiertas. ¿Qué más puedo desear? Pues mucho para los demás… realmente todo; Palma una ciudad rica se está convirtiendo en una ciudad hostil, inhabitable y demasiado dura, y eso no es solo culpa de los ciudadanos.

Pidamos al próximo año un poco de generosidad y que nos permita recuperar nuestra vida anterior a la pandemia y que esta haya sido, como su gestión, un mal sueño. Un sueño horrible que se ha llevado muchos, demasiados compatriotas cuando aún no era su hora, o al menos eso creíamos.