La tranquilidad de Mateo

Es su estilo y no lo reconocerá públicamente, pero Mateu Isern renunció a ser candidato por todo lo que hemos visto que ha pasado en el PP a partir de su 'adiós'. Este digital ya publicó en su momento que no hay "problemas personales" detrás de su renuncia. Isern se fue porque no comulga en absoluto con cómo se llevan las cosas ni en el PP balear ni en el PP nacional. La palabra que utilizó durante días fue "harto, estoy harto". mallorcadiario.com se ratifica al 100 por 100.

El esperpento de esta semana no ha hecho más que corroborar que hay que tener mucho hígado y muchas ganas de vivir de la política para soportar todo lo que se cuece en la jaula de grillos en que se ha convertido la sede de Palau Reial. Y luego, las explicaciones. Nadie se cree que la presentación de 23 candidaturas sea "una demostración de pluralidad". No se lo cree ni el propio Miquel Vidal, que es quien dijo la desafortunada frase. Lo cree poco si 24 horas después le dice a Rajoy que viene a Palma en medio de la "tempestad".

Ahora viene la tregua de la campaña electoral, el "no vamos a hacernos daño" impuesto por Mariano Rajoy y que conviene a todos. En julio, veremos.

Y, mientras, Mateu Isern goza de la vida. Lo hace en Palma. Con los suyos. Los suyos de verdad que no están con él por si les ayuda políticamente. Mateu Isern tiene los mismos amigos que cuando era político. Un expolítico que no piensa tirar a la basura el carnet del PP. En un partido en el que "un afiliado es un voto", el exalcalde y exdiputado sabe que puede hacer muy buen uso de su papeleta cuando llegue el momento.