La DANA ya ha pasado pero sus consecuencias aún son visibles en los municipios más afectados, Santanyí, Ses Salines y Campos. Administraciones locales y particulares se afanan en recuperar la normalidad de calles y equipamientos públicos después del paso de un episodio de gota fría muy corto pero tremendamente intenso: hasta 101 litros por metro cuadrado se llegaron a recoger en una hora en s'Alqueria Blanca y 99 en el extremo sureste de la isla.
La fuerza del agua y el viento tumbó buena parte del suministro eléctrico así como centenares de árboles, afectando viviendas y comercios. En Campos, locales y chiringuitos de costa sufrieron daños importantes por el temporal. Afortunadamente, no ha habido que lamentar daños personales y hablamos únicamente de daños materiales y pérdidas económicas.
Ante este panorama, es de justicia reconocer la brillante actuación del equipo de Emergències, anticipándose en todo momento a los diferentes escenarios que se pudieran dar, avisando a la población con tiempo y prudencia y reaccionando de manera eficiente y coordinada durante y después del temporal.
Sin embargo, no deja de sorprender la ausencia de representación del Govern durante los días posteriores. Los vecinos, empresarios y trabajadores de Cala d'Or, Cala Figuera, Cala Llombards, Santanyí, la Colònia de Sant Jordi o Sa Ràpita habrían agradecido una breve visita de algún miembro del Ejecutivo como muestra de apoyo, descartando toda duda de que al tratarse de municipios gobernados por el PP la ausencia haya estado provocada por motivos políticos, dejando en el aire si esta falta de sensibilidad se hubiera producido si se tratase de municipios gobernados por fuerzas del Pacte.