En estos últimos días había dudas acerca de si el mal tiempo obligaría o no a cancelar la Revetla de Sant Sebastià. Horas antes de que el Ajuntament de Palma tomase una decisión en ese sentido, los mallorquinistas hemos podido vivir nuestra propia Revetla este mediodía en Son Moix. Sólo han faltado los foguerons.
La victoria de este domingo por cuatro goles a uno ante el Valencia tiene un enorme mérito y un gran valor, por el excelente juego desplegado por el equipo de Vicente Moreno, por la categoría del rival que teníamos hoy enfrente y por lo que ha supuesto anímicamente este triunfo para el equipo bermellón. Sólo han faltado algunos paraguas más por parte de algún aficionado poco precavido.
La primera parte del Mallorca ha sido realmente prodigiosa a nivel técnico. Seguramente, han sido los mejores cuarenta y cinco minutos iniciales de la actual temporada hasta ahora, junto con los jugados ante el Villarreal también en Son Moix. El buen nivel de juego se ha mantenido, además, a lo largo del segundo tiempo. Por lo que respecta a los cuatro goles bermellones, han sido, literalmente, para enmarcar, o como mínimo para guardarlos en vídeo o en el teléfono móvil. Lo mismo podríamos decir también de las jugadas que los han precedido y que los han hecho posibles. Sólo ha faltado casi un «hat-trick» del hoy sobresaliente Ante Budimir.
El primer gol, de Antonio Raíllo —de cabeza, naturalmente—, llegó tras uno de esos saques de falta perfectos con que Salva Sevilla nos suele deleitar casi cada jornada. En cuanto a la jugada del segundo gol, la inició Budimir y la acabó el propio delantero croata introduciendo el balón dentro de la portería rival. El tercer tanto fue, literalmente, un auténtico golazo, obra de nuevo de Budimir, tras haber recibido un pase medido de Salva Sevilla, gracias a una jugada previa que contó con la imprescindible colaboración del Cucho Hernández y de Lago Junior. Golazo fue también el cuarto tanto, de Dani Rodríguez, desde la frontal del área. Sólo faltaron algunos pañuelos para corroborarlo.
El partido de este domingo era el primero de la segunda vuelta. En la primera vuelta, merecimos conseguir varios puntos más de los que teníamos hasta ahora en la tabla, pero la mala suerte o los palos en unos casos y algunas decisiones arbitrales muy cuestionables en otros, nos perjudicaron en momentos clave. Sin embargo, si a partir de ahora el Mallorca sigue jugando con la intensidad y la convicción con que lo ha hecho este mediodía, seguro que finalmente ganaremos los partidos necesarios para sumar los cuarenta puntos precisos y mantendremos la categoría. Sólo hace falta que todos, como una piña, así lo soñemos y lo creamos.