La retórica destructiva y radical de Sumar y Yolanda Díaz contra el turismo

La postura de Yolanda Díaz y su formación política, Sumar, hacia el sector turístico y, en particular, hacia la industria hotelera, es un ataque sistemático y dañino que carece de fundamento lógico y económico. En un país como España, donde el turismo representa más del 13% del PIB y genera millones de empleos directos e indirectos, demonizar a uno de sus principales pilares productivos es irresponsable y contraproducente.

Díaz y su formación política ha criticado repetidamente a los hoteleros y al sector turístico en general, calificando sus actividades como explotadoras y exigiendo reducciones en su rentabilidad sin tener en cuenta las consecuencias.

Este tipo de discurso, propio de la izquierda radical y que criminaliza a los empresarios por el simple hecho de serlo y de crear riqueza, desincentiva la inversión en el sector y pone en peligro la estabilidad laboral de miles de trabajadores.

En lugar de fomentar el crecimiento sostenible y la innovación dentro del sector turístico, el enfoque de Sumar lo estigmatiza

La crítica sin matices ignora el enorme impacto positivo que el turismo ha tenido y tiene, especialmente en comunidades como Baleares, donde millones de visitantes nacionales e internacionales generan una gran cantidad de riqueza y empleo. Las propuestas de Díaz y Sumar responden más a una agenda ideológica que a un análisis realista de la situación económica y social del país.

Además, resulta inaceptable que desde el Gobierno de España, y en particular desde el Ministerio de Trabajo que dirige Díaz, se promueva una visión distorsionada de una industria que ha sostenido a España incluso en momentos de crisis. Por supuesto, es necesario regular y mejorar las condiciones laborales, pero hacerlo sin una visión integral de la realidad del turismo es un error grave. En lugar de fomentar el crecimiento sostenible y la innovación dentro del sector turístico, el enfoque de Sumar lo estigmatiza.

Si Yolanda Díaz y su equipo quieren ser parte de la solución, deben abandonar su retórica destructiva y trabajar en propuestas que impulsen el turismo, protejan los empleos y garanticen un equilibrio adecuado entre sostenibilidad y rentabilidad. Aunque es dudoso que ese sea el objetivo de Sumar, una formación menguante y en caída libre que puede arrastrar al PSOE al abismo, a poco que se descuide.