La renuncia de la actual portavoz adjunta de Podem en el Parlament, Laura Camargo, a volver a presentarse a las elecciones representa una muestra clara del giro que ha experimentado la formación. De los 10 diputados de Podem que integraron el grupo parlamentario en 2015 es muy probable que ninguno repita, incluido el actual presidente de la Cámara, Baltasar Picornell. El partido que hace tres años resultó clave para la formacion de una mayoría de izquierdas ha acabado superado por sus propias luchas internas y por la acción de unos socios mucho más experimentados a la hora de sacar rédito de cualquier pacto.
Camargo representa el Podem que no quiso entrar en el Govern formado por Més y PSOE; una decisión que quedó aparcada hace un año con la elección de Mae de la Concha como secretaria general, cuando toda opción de integrarse en el ejecutivo de Armengol ya era imposible. Camargo renuncia porque mantiene "serias divergencias con la política del partido", según sus propias palabras, lo que concreta en su negativa a que Podem se convierta en un subordinado del PSOE y tenga que comulgar con "contradicciones" como la autopista hasta Campos o politicas similares.
No se le puede negar coherencia en su decisión. Del Podem que, impulsado por el 15-M, debatía en las plazas púbicas las políticas que salvarían a la sociedad poco queda. Al final, el partido de Pablo Iglesias ha resultado un trasunto del resto de formaciones que despectivamente denominaban "casta". De hablar de proyectos se ha pasado a hablar de personas y de puestos. El propio Pablo Iglesias ejerce de portavoz de Pedro Sánchez en algunos asuntos y defiende las políticas del ejecutivo socialista.
En Baleares, la reacomodación a la nueva situación, y a la espera del trámite de las primarias, presumiblemente permitirá a Alberto Jarabo colocarse al frente de la candidatura a Cort y a Juan Pedro Yllanes en la del Parlament. Ambos se muestran dispuestos a entrar en los respectivos gobiernos, a diferencia de lo expresado por Camargo, quien considera que una formación como Podem "puede hacer más desde fuera".
Con el tiempo, Podem se ha reconvertido en un partido político al uso. Y sólo queda por averiguar si la nueva estrategia y el balance de todo lo ocurrido durante los últimos tres años, dan la razón a quienes estarán al frente de la formación el próximo año o, por el contrario, los votantes castigan este cambio de rumbo y optan por formaciones menos volubles.