El 3 de septiembre del año pasado en nuestro querido mallorcadiario, se publicó un artículo de mi amigo y compañero Eduardo De la Fuente, titulado: “La nueva cara de la precariedad: enferma y durmiendo en la calle con un hijo de 5 años”.
Este artículo te ponía la piel de gallina y me consta que mi amigo Eduardo no es de esos escritores que buscan la lágrima fácil, ni la noticia para llamar la atención, sino todo lo contrario. Me consta que es un gran periodista que siempre busca plasmar la realidad de una manera escrupulosa y sin adornos, no obstante la noticia por ella misma, hacía que cuando menos reflexionáramos por la situación que viven miles de mallorquines día a día y millones de personas en este país.
Sin ir más lejos, al lado de nuestras oficinas de San Miguel, en el Convento de los Padres Capuchinos que están situados al lado de la plaza del Olivar, cada mañana vemos colas de personas pidiendo en el convento y esperando que les den algo para poder alimentarse y darles algo de comer a sus hijos. En una ciudad como la nuestra donde el lujo y el exceso se vive cada día en las calles, en tiendas de marcas, con mansiones que casi parecieran de mentira, muchos seres humanos tienen verdaderos problemas para llegar a final de mes y ninguna posibilidad de tener una vivienda digna, como explicaba De la Fuente en su artículo.
Y entre todas esas diferencias nuestros políticos, tras gastar gran parte de nuestros impuestos en “vaya Ud. a saber”, se permiten el lujo de descansar de sus ajetreadas agendas, que no digo yo que no necesiten vacaciones, pero tal vez, con la que está cayendo, alguien pudiera pensar que los españoles necesitamos respuestas a la situación actual, en lugar de crear una situación Kafkiana como la que estamos padeciendo.
Yo les invitaría a que vestidos de turistas, por si les da vergüenza ser reconocidos, se paseen por el centro de nuestra ciudad y observen como los mendigos duermen en el Mercado del Olivar y en otras calles de la ciudad. Tal vez, solo tal vez, por un poco de dignidad, decidieran poner solución a lo que es realmente importante para los ciudadanos de a pie, poder comer cada día y vivir dignamente y no tener que mendigar lo que debería de ser un derecho adquirido.
Pero bueno, en una sociedad en lo que lo normal se vuelven anormal y en la que no sirve de nada o de muy poco, lo que tengamos que decir los que no gobernamos, tal vez sea mucho que pedir. Y aunque, a decir verdad, históricamente esto siempre fue así, no tenemos más que ver la historia de nuestra querida España, un imperio que se dejó morir por una mala gestión y mucha dejadez de funciones, me encantaría poder ver un poco de cordura entre los que se suponen dirigen esta España oscura. A nosotros solo nos queda poder describir lo que vemos con ojos de ver y sentimos desde el corazón, cuando a nuestro alrededor la gente se desmorona y nos cuentan las miserias que padecen cada día.
Nosotros desde nuestra consultora de Recursos Humanos y selección de personal, imagínense las personas que vemos pasar cada día contándonos su situación personal, mi teléfono no para de sonar con gente que nos solicita trabajo día a día y que nos pide un “por favor” denme una oportunidad para poder salir hacia delante. Nosotros desde Veotalento, vemos la realidad de nuestra España, una realidad sangrante lo miremos por donde lo queramos ver y solo nos queda hacer lo que en nuestras manos está , que les aseguro, con la que está cayendo, es más bien poco o por lo menos mucho menos de lo que a mi me gustaría que fuera. Desde aquí un mensaje de apoyo y solidaridad para todos aquellos que cada día ayudan a los que no tienen recursos para salir hacia delante, porque gracias a ellos podemos mantener la fe de que, tal vez, en algún momento, las cosas puedan cambiar.