La actuación se engloba en la operación policial en la que se ha detenido a 15 personas, acusados de trata de seres humanos con fines de explotación sexual.
La organización contaba con la presencia de miembros activos en Libia y Nigeria que eran lugares de paso obligado en la ruta africana que usan para trasladar a las víctimas captadas en la ciudad de Benin City (Nigeria). Su objetivo eran siempre jóvenes pertenecientes a los estratos sociales y económicos más bajos.
Desde octubre del pasado año hasta la fecha, los grupos especializados en este tipo de delito han llevado 536 operaciones para erradicar la explotación sexual,
una de las principales formas de explotación de la trata de seres humanos, logrando la detención de 1.219 personas y la liberación de 290 víctimas.
Red asentada en diversas provincias
La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de una red criminal asentada en Las Palmas de Gran Canaria, Palma y Alicante.
Tras diversas gestiones, los agentes constataron que la organización estaba perfectamente jerarquizada con un claro reparto de roles y con la finalidad de
lograr la explotación sexual de sus víctimas, para lo cual se cometían otros delitos como la falsedad documental con la que lograban el cruce de frontera de las
mujeres.
Realizaban rituales de vudú-juju a las mujeres con los que lograban fortalecer los lazos de lealtad de las jóvenes con sus controladores a través del miedo y de posibles represalias por parte de la organización. De este modo, los explotadores se aprovechaban de la situación de vulnerabilidad a la que estaban sometidas las mujeres, obligadas a pagar una deuda impuesta por la organización que en algunos casos ascendía a los 35.000 euros por haber sido traídas desde Nigeria hasta España.
Connection-man, encargado de resolver los inconvenientes del trayecto
Los agentes detectaron la presencia de miembros activos en Libia y en Nigeria y constataron que, para el traslado de las víctimas, usaban diferentes rutas por el
continente africano. La organización se encargaba de facilitar a las mujeres documentación falsa o indebidamente expedida para el cruce de fronteras, constatando también el uso fraudulento de documentación perteneciente a otras personas usurpando su personalidad.
La red, bajo la demanda de las madames asentadas en Alicante, captaba potenciales víctimas en Benin Ciy (Nigeria) con la falsa promesa de alcanzar una vida mejor en el continente europeo. A continuación eran trasladadas por miembros de la red, los denominados guide-man, atravesando Nigeria, Níger y Libia por ruta terrestre. En determinadas ciudades clave se hallaban los connection-man, encargados de facilitar el paso de las víctimas hasta Libia, hacer los pagos necesarios y resolver cualquier inconveniente que se pudiera producir a lo largo del trayecto.