En junio, los investigadores detectaron un incremento de denuncias en la zona de S'Aigo Dolça, relativas a estafas con tarjetas de crédito en locales de alterne.
Los denunciantes afirmaban que tras tomar una copa, empezaban a sentirse mal y no recordaban nada hasta al día siguiente, momento en el que se percataban de las extracciones ilícitas de sus cuentas bancarias.
Las pesquisas evidenciaron que la dueña del club, de origen brasileño, junto con cuatro mujeres que ejercen la prostitución, de nacionalidad rumana y guineana, utilizaban fármacos mezclados en las bebidas de los clientes para anular su consciencia.
Posteriormente, procedían a cargar en sus tarjetas de crédito cuantías muy superiores a las que los clientes realmente habían consumido. Muchos de los clientes no denunciaban, algunos para evitar problemas familiares y otros, al tratarse de extranjeros, al no percatarse de la maniobra ilícita hasta la llegada a su país.
Por este motivo, la cuantía estafada podría ser mayor de los 12.000 euros que la policía ha podido demostrar. Hasta el momento se han localizado ocho víctimas, a las que en algún caso la cuantía estafada ha sido de más de 5.000 euros, llegando incluso a sustraerle a uno de los denunciantes, un teléfono móvil de gama alta.
Las investigaciones han sido realizadas por el grupo I de la UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía en Baleares.