En la Colònia de Sant Jordi se ha puesto veda a los 'niños vendedores'. Como en otras zonas turísticas, son muchos los niños que han tenido por costumbre desde hace años de extender una tela en el suelo para colocar encima pequeños juguetes, libros, pulseras y otros objetos que tienen en casa y de los que se quieren desprender a cambio de unos
euros.
Sin embargo, y en esta temporada, la policía local de Ses Salines
los está 'desahuciando' alegando que suponen una molestia para los peatones, los vecinos y los comerciantes.
Para algunos puede suponer una
competencia desleal, pero para muchos es una actividad entrañable que configura el ambiente de núcleos costeros de la isla.