La soprano Berna Perles, en sustitución de Marina Monzó, actuó con la Orquestra Simfònica de les Illes Balears en el tradicional Concierto de Cap d'Any. El director Pablo Mielgo seleccionó un programa con piezas de ópera, zarzuela, mucho Strauss y alguna sorpresa. La actuación de Perles fue destacada a pesar de no haber ensayado con la orquesta. La OSIB cerró el concierto interpretando 'El Danubio azul' y la 'Marcha Radetzky'.
Una afonía de última hora sufrida por la soprano Marina Monzó obligó a un cambio exprés en el programa del Concert de Cap d’Any de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears (OSIB). Casi milagrosamente, la valenciana pudo ser sustituida, de forma brillante, por la soprano malagueña Berna Perles, fuertemente ovacionada por el público que casi llenó el auditorio del Palau de Congressos de Palma para disfrutar de una selección de conocidísimas piezas de ópera, opereta, zarzuela y algún tema contemporáneo como ‘Bésame mucho’, de Consuelito Velázquez, que hicieron las delicias de los asistentes. Una inmejorable forma de arrancar el Año Nuevo 2024.
El director titular de la OSIB, Pablo Mielgo, seleccionó un programa yendo a lo seguro, repleto de temas populares, más que conocidos, donde predominó Johann Strauss hijo, del cual interpretaron hasta siete composiciones, como cabía esperar en un concierto de estas características.
Berna Perles se lució en cada una de sus seis interpretaciones: ‘Quiero vivir’ de Romeo i Julieta de Charles Gounod, ‘De España vengo’ de Pablo Luna, ‘Carceleras’ de Ruperto Chapí; ‘Quando m’en vo’ de la ópera La Bohème de Giacomo Puccini; ‘Oh luce di quest’anima’ de la ópera Linda di Chamounix de Gaetano Donizetti y el ya citado ‘Bésame mucho’. Estuvo espléndida, pese a no haber podido ensayar con la orquesta, como explicó el propio Mielgo, en un ejercicio de sinceridad y transparencia innecesario, porque si no lo hubiese dicho, nadie se hubiese dado cuenta. Estuvo impecable.
Al margen de esto, la OSIB se mostró confortable en un repertorio muy trillado pero que es justamente lo que el público quiere oír en estas fechas. Arropados por sus seguidores incondicionales y también por los ocasionales, se vio a los músicos disfrutar, lo que inevitablemente contagió a los asistentes, entre los cuales estaba la presidenta del Govern de les Illes Balears, Marga Prohens; acompañada por el conseller de Turismo, Cultura y Deportes, Jaume Bauzá; el conseller de Educación y Universidades, Antoni Vera; y por el marido de la presidenta, Javier Bonet, regidor de Cultura del Ayuntamiento de Palma.
Destacaron, junto al concertino de la Orquesta, Smerald Spahiu, el ocasional segundo violín Victor Ros. Y también, el percusionista Juan Carlos Murgui en su divertida interpretación de oficinista solista en ‘La máquina de escribir’ de Leroy Anderson. Delicioso.
Como cabía esperar y emulando a la Filarmónica de Viena en su tradicional concierto de Año Nuevo interpretado unas horas antes, cerró el concierto la ‘Marcha Radetzky’ de Johann Strauss padre, precedida del vals más famoso del mundo, ‘El Danubio azul’, de J. Strauss hijo.
Este martes por la noche la OSIB remata la faena en el Auditorio de Manacor, aunque ya hace días que se agotaron las entradas. Lástima para los que se lo perderán.