Los partidos políticos de la oposición de Baleares siguen actuando en el Parlament como si aquí no estuviera pasando nada: tan tranquilos, cogen los datos del gasto autonómico de años anteriores y, sin pestañear, acusan al Govern de haber aplicado recortes. “Vaya -vienen a decir- estos del PP están locos, se creen que estamos en crisis”. Y entonces nos dicen que ellos gastarían 200 millones más en sanidad, 40 en educación y así sucesivamente.
Ahora se abre un proceso congresual del que la izquierda tiene que salir con un nuevo discurso político, especialmente en el modelo financiero de nuestra sociedad, porque el actual suena a prehistórico. Es comprensible que aún mantengan las cantinelas de siempre, pero deberían irse preparando para renovar el mensaje, adaptado a la nueva realidad. Lo que dicen hoy, de que se tiene que mantener el gasto público es inverosímil, no sólo porque en Madrid ya demostraron que no están dispuestos a cumplir con lo que prometen sino porque no tienen respuestas a la pregunta de dónde sacarán el dinero.
Así, pues, va siendo hora de que lleguen los congresos, de que se presenten nuevas ideas, de que se intente ofrecer una respuesta a lo que está sucediendo hoy en España y en Europa. Obviamente, insistir en el mismo mensaje es insistir en lo que les ha conducido a la oposición: no se puede mantener un discurso con los ingresos basados en el capitalismo actual (acudiendo a la banca, siguiendo con las agencias de rating, manteniendo la productividad europea, ignorando las diferencias entre el norte y el sur del continente) y los gastos en el socialismo de siempre. ¿Tienen una fórmula socialista, de izquierdas, para reequilibrar el sistema? Por supuesto, la sociedad está ansiosa de conocer un mecanismo en el que tanto mercado pudiera ser balanceado con otras visiones pero, el modelo se tiene que ofrecer en su totalidad, abarcando todas las vertientes y que se pueda equilibrar. De verdad, si tuvieran una oferta verosímil, tendrían muchos oídos dispuestos a atenderlos, entre otras cosas porque el mensaje de la derecha, con ser más realista, tampoco parece muy sólido. Pero sólo hablar de gastar como siempre no cuela mientras no nos digan de dónde sacar los recursos.
Esperemos que el futuro congreso tenga alguna idea y no sólo un reparto de cargos. Pero esto es tema para otra batalla.
