Seguro que les ha ocurrido en alguna ocasión. Ni el mapa ni el Gps del coche les ayudan... Es más, solo complican las cosas y acaban perdidos. Acuden a un lugareño y preguntan cómo llegar a su destino a lo que les responde una retahíla de “cap allà, cap aquí, asuquines...”. Los mallorquines nos entendemos así y no nos causa ningún problema, si bien para alguien foráneo puede ser complicado. No tanto, sólo se trata de cogerle el tranquillo.
De ahí la propuesta de señalizar las carreteras de la Isla en “bon mallorquí”. De momento se somete la idea al servicio de Normalización Lingüística de la UIB. “Mem que diuen...”