La mano izquierda de Jaime Martínez

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha logrado eludir el bloqueo que mantenía congelada su propuesta de organización municipal, que finalmente podrá ser aprobada en el pleno extraordinario convocado para este viernes. Y lo hace, sorpresivamente, mediante un acuerdo con las fuerzas de izquierda, PSOE, Més y Podemos. De esta forma, Vox queda al margen, una vez que hace una semana la formación de Fulgencio Coll se significase como la principal responsable del bloqueo instaurado en Cort.

La estrategia de Fulgencio Coll, empecinado en entrar en el gobierno municipal a toda costa, se ha revelado como manifiestamente equivocada y abre heridas que no serán fáciles de cerrar. Martínez, por su parte, se ha revelado como un hábil negociador que podrá sacar adelante el inicio de su mandato, aunque probablemente en el futuro -gobierna en minoría con 11 concejales de los 29 que componen el consistorio de la capital- tendrá que volver a echar mano de esa capacidad de diálogo para poner en marcha otras iniciativas.

Con su jugada, Martínez pone de manifiesto la cintura política -y la experiencia- del Partido Popular, capaz de pactar un programa de gobierno con Vox para gobernar en solitario la comunidad, coaligarse con la formación de Abascal en los consells de Mallorca y Menorca, o, como es el caso de Palma, sacar adelante sus propuestas mediante un acuerdo con los partidos de izquierda.

El objetivo fundamental de todas estas actuaciones no debe ser otro que el de dar estabilidad a las instituciones para que puedan ejercer su función sin sobresaltos y con la mayor garantía, una premisa que Fulgencio Coll no parece haber entendido o, si acaso, prefiere situar por detrás de su interés particular por ocupar cuotas de poder en el gobierno de Palma y en las empresas municipales. De momento, lo único que ha conseguido es que Martínez pueda apuntarse un tanto poniendo de relieve su capacidad de gestión política.