La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha insistido en la competencia de este tribunal para investigar el delito de sedición por los incidentes ocurridos en Cataluña los días 20 y 21 de septiembre porque no se trata de unos hechos aislados, sino que se enmarcan dentro de una estrategia compleja en la que los investigados en la causa Jordi Sánchez y Jordi Cuixart tenían un “papel esencial” y con la que buscaban poner en marcha la hoja de ruta diseñada para llegar a obtener la independencia de Cataluña. Así, los ha vuelto a citar a declarar el próximo lunes en la Audiencia Nacional, junto al mayor Trapero y a la intendente Teresa Laplana.
A esta nueva cita también acudirán en calidad de testigos dos guardias civiles y una de las secretarias judiciales que acudieron el pasado el 20 de septiembre a la Consejería de Economía.
Lamela hace esta apreciación al rechazar la declinatoria de competencia a favor de los juzgados de Barcelona interpuesta por los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, investigados en la causa abierta por sedición en la Audiencia Nacional.
La juez recuerda que al admitir a trámite la denuncia de la Fiscalía por los disturbios del 20 de septiembre en unos registros para impedir el 1-O ya dijo que, si bien todos los delitos de sedición no son competencia de la Audiencia Nacional, en este caso sí lo eran porque suponen una ruptura de la forma de gobierno, delito del que sí es competente este tribunal.
A esto añade ahora que los hechos no son aislados "como quieren hacer parecer las partes que proponen la cuestión de competencia, sino que se enmarcan dentro de una estrategia compleja" en la que colaboran Cuixart y Sánchez "en ejecución de la hoja de ruta diseñada para obtener la independencia de Cataluña".