La ilusión regresa al Real Mallorca
miércoles 13 de agosto de 2014, 10:20h
El Real Mallorca entra en una nueva fase cargada de profesionalidad, solidez e ilusión de cara al futuro. Si se cumplen las previsiones, en una nueva etapa tan esperanzadora como creativa y novedosa, dos exfutbolistas bermellones, José Carlos Nunes como nuevo presidente y Dudu Aouate como manager general, que han puesto su confianza en Valeri Karpin como entrenador, se harán cargo con las riendas del club. Tras ellos se encuentra el buen saber hacer y el aliento de Llorenç Serra Ferrer, el cual, no hay que olvidarlo, ha sido uno de los entrenadores más reconocidos de España en su anterior etapa profesional. La ilusión regresa porque el objetivo es volver a Primera División lo antes posible.
No hay duda de que si se confirma la llegada de este triunvirato se habrán acabado los desmadres. Los tiempos de Claasen, Cerdà y Terrassa serán recordados como los de la chapuza interminable, en los que el club perdió la categoría y últimamente con Cerdà hasta la dignidad al haber hecho trabajar de entrenador al Nano Soler sin contrato, toda una vergüenza que ha arrojado más podredumbre sobre la imagen del club. El bueno de Soler no se merecía este trato degradante. También es un gran profesional.
Nunes y Aouate son el digno contrapunto de los oscuros Cerdà y Claasen. Aman los colores, tal y como han demostrado con su entrega cuando eran jugadores en activo. Y se muestran sensibles ante la afición. Sufren cuando la masa social pita al equipo y se emocionan cuando le aplaude. Sienten el fútbol hasta la válvula mitral. Nadie les tiene que enseñar absolutamente nada de este complejo y especial universo que son los equipos por dentro. Con su sola presencia en puestos de responsabilidad directiva despiertan interés.
A buen seguro que toda la España futbolística seguirá con interés a un club cuyo puente de mando es conducido por exfutbolistas. Atrás quedan algunos fantasmones, figurones y artistas del pelotazo fácil que lo más redondo que han tocado en su vida es una persiana. Ignoran lo que es el espíritu de un equipo y el alma de un futbolista, con su ciego afán de superación. Para Nunes y Aouate estos valores son su propia vida.
La mano de Llorenç Serra Ferrer, el gran técnico pobler, es palpable en esta gran jugada de despacho. Cerdá ahueca forrado con tres millones en el bolsillo, pero al menos desaparece de Son Moix, lo cual puede considerarse una bendición del cielo. Se acercan horas felices para el Real Mallorca. Los resultados deportivos positivos tal vez lleguen pronto o tal vez un poco más tarde. Pero llegarán con toda seguridad porque el camino de la seriedad y la convicción ya está trazado.
El club camina por fin en piso firme. Y a eso la afición lo detectará inmediatamente.