La ideología del nuevo orden
martes 02 de febrero de 2021, 06:00h
En el momento de cumplirse un año de convivencia con el maldito bicho, y tras sumar otro nuevo fracaso en el proceso de vacunación, y la promulgación de más medidas restrictivas y autoritarias, quizás ha llegado el momento de preguntarse si detrás de esta “nueva normalidad'' hay algún tipo de ideología, pues, aparentemente, muchos de los sucesos actuales encuentran su precedente en ideas conformadas en los últimos años.
Hagamos arqueología reciente de algunas de ellas, comenzando con la idea que subyace entre quienes consideran que el principal factor contaminante y destructor del medio-ambiente, que está en el origen del cambio climático, es la actividad económica productiva humana. Una doctrina que se acepta entre amplios sectores a modo casi de verdad religiosa revelada, ignorando o menospreciando los estrechos vínculos que existen, y que se pueden potenciar mucho más, entre la economía y la ecología. Esta pandemia, prolongada en el tiempo, va hacer cumplir algunas de las expectativas de esos sectores de opinión. Incluso puede que con el cese de tantas actividades se revierta el crecimiento demográfico.
De igual manera, encontramos antecedentes al cierre de hoteles, restaurantes y bares en los movimientos en contra del turismo que coinciden en señalar los problemas de saturación que conlleva la llegada de barcos o de aviones portando visitantes. O aquellos otros que aquí tuvieron un punto álgido cuando se pretendió el cierre de las terrazas que caracterizan a las ciudades mediterráneas alegando que ocupaban espacios públicos. Los más extremistas, llegaron a acuñar el término turismofobia.
Cuando tras la anterior crisis se quiso revertir los déficits que ahogaban a los gobiernos en un océano de deudas. Determinados sectores exigieron una “auditoría de la deuda”, calificando la lógica política de sanear las cuentas de públicas de austericidio. No dudaban en pregonar la necesidad de que el sector público ganase aún más peso aumentando sus efectivos, a pesar de que se tradujera en mayores incrementos tributarios que pueden suponer un duro castigo para las clases medias. Considerar, como los antiguos filósofos, que lo público es moralmente superior y que, por tanto, también tiene que ganar capacidad de mando es otra de las ideas que ha ganado terreno con el Covid-19.
Al ser toda la humanidad la que se enfrenta de forma conjunta contra un enemigo terrorífico, pero invisible, otra de las ideas que gana terreno es la que antepone lo colectivo a lo individual. Es más, al poder ser cada uno de nosotros portadores de bicho sin tener síntomas, todos nos hemos convertido en una presunta amenaza para nuestros congéneres con lo que queda justificada la pérdida de libertad individual en aras de la simple supervivencia colectiva.
Si bien los EEUU hicieron realidad la primera constitución de la era moderna, que incluye el Bill of Rights, pasando a ser la referencia para generaciones de demócratas liberales. Para muchos otros, también en el interior del país, han preferido verlo como la potencia imperial del dinero, la codicia y del materialismo más obsceno, rechazando con rotundidad su liderazgo mundial. Para estos últimos la pandemia también ha supuesto un aldabonazo, pues ya se puede afirmar que la nueva gran potencia del nuevo orden mundial es un inmenso y milenario país gobernado por un partido, que, aunque sabe aprovechar muchos de los elementos del capitalismo, es comunista.
En definitiva, a medida que pasa el tiempo y no se llega vislumbrar el día de la victoria final contra el virus. Haciendo un brevísimo repaso solamente a algunas de las ideas que estaban cobrando fuerza en los años previos tal vez podemos entender por qué se han utilizado unos instrumentos, y no otros, para intentar vencer al maldito bicho. Una vez más, la conclusión es que vuelve a parecer que las ideas sí importan.
Foro asociado a esta noticia:
La ideología del nuevo orden
Últimos comentarios de los lectores (1)
200995 | Ciudadano - 02/02/2021 @ 11:01:40 (GMT+1)
¿Y que decir de la renta mínima? ¿Por qué no se ha optado por la renta básica? Pues por ideologia, la renta básica premia el merito ya que se concede independientemente de los ingresos, y permite aumentar los ingresos sin sufrir el castigo de ver retirada la renta básica. Al estar condicionada a los ingresos, la renta mínima, no premia el merito. Pero si que crea una gran bucrocracia para comprobar quien tiene derecho a recibirla y quien no.