La huella digital en forma de tuits ofensivos han frustrado la relación empresarial entre Doritos y Samantha Hudson tan solo dos días después de que la marca de snacks anunciara su contratación como embajadora.
Comentarios como "en medio de la calle en Mallorca en bragas y gritando que soy una ninfómana frente a una niña súper hermosa de 8 años" o "acabo de pasarle la lengua a mi prima por la vagina y me ha sonreído. Los más pequeños también merecen placer", son algunos de los ejemplos de unas publicaciones llevadas a cabo hace casi una década, cuando ella acababa de cumplir 16 años.
"En ese momento me dediqué a decir tonterías, cuanto más pesadas mejor, porque pensaba que el ‘humor negro’ era gracioso", ha comentado en más de una entrevista Hudson, que siempre ha reconocido que "eran pura provocación y de muy mal gusto".
SIN RASTRO DE LA EMBAJADORA
Doritos, propiedad de la multinacional PepsiCo, ha optado por rescindir el contrato debido a las amenazas de boicot en las redes sociales. Además, han borrado el 'spot' de 50 segundos protagonizado por ella ('Crunch Talks'¡).
De la noticia del despido de Hudson se han hecho eco diferentes medios internacionales, como la NBC o la prestigiosa revista musical 'Rolling Stones'.