Hay un mar de titulares por navegar y yo no sé que rumbo tomar. Hay un vendaval de noticias y el comentario sobre la grúa, que tiene una extensa pluma, deberá aguantar hasta casi el final.
Estoy regresando de un celebración tan interesante como insípida; me refiero: al “Día de les Illes Balears”. Me da la impresión y el tufillo, de que un año más, hemos asistido sin alma, corazón y con poca vida a esta convocatoria. Los que llevamos un trecho recorrido en estas más de treinta y tantas celebraciones, ya no notamos nada, nada nos hace ni siquiera tilín, nos hemos cansado de más de lo mismo. Un servidor, me siento avergonzado de decir estas cosas, pero es lo que me parece, pienso y siento. En un principio de todo esto, allá por los años 83, en los que lo estrenábamos casi todo, acabábamos de llegar, finiquitábamos el largo y lento proceso de una infancia y juventud, en la que se nos habían enseñado a obedecer sin pensar, ni preguntar, a tragar que el poder venía de Dios o por la gracia de Dios y otras cosas por el estilo, la aprobación del Estatut y lo que suponía, me ilusionó. Era -como todo lo nuevo- como una liberación de lo anterior y un camino que deberíamos hacer cada día, enriqueciéndolo y sumando más que restar, que es lo que realmente ha ocurrido, la resta de cuotas. Ahora , un poco harto y muy cansado, me dan náuseas y escalofríos al ver donde estamos, no saber casi ni quienes somos, ni a donde nos quieren llevar.
¿Qué enfermedad tendrá este Estatut, que no da la talla, que no crece, que se nos queda chico? Parece la puta de Canaán, manoseada por unos y por otros y, para colmo, cuando acaban, se van sin pagar. Estoy harto de escuchar como -con distintos personajes y diferentes timbres de voz y matices y colores- , se hacen los mismos juramentos y las mismas promesas y reivindicaciones de siempre ; que si lo nostro, que si nos han de devolver más dinero, que debemos tener un un régimen de financiación justo y blá blá requeteblá.
Acabo de quitarme el disfraz de capitán del nuevo “prestige”, con el que tan a gusto me he paseado por sa Rua y me preparo para mañana estar presentable ante una cita tan importante como es el “Miércoles de Ceniza” , un día en el que se nos recuerda que dentro de cien años todos calvos y hechos polvo. Ya se sabe, mal de muchos consuelo de tontos, pero todo llegará. Así que...menos lobos.
Alguno, aún tenemos en boca el sabor agridulce que nos han supurado directamente nuestros políticos con su Debate Sobre el Estado de la Nación, con sus mía, tuya, suya, tu más y yo más grande que la tuya, que si el Cabo de Hornos ya lo hemos dejado atrás y estamos más bien que nunca. Incluso se llegó a gritar el fin de esta sucia guerra económica “La Crisis ha terminado” ¿Y en que País vive usted? y que si la “tarifa plana” para incentivar el trabajo fijo y prolongado. Hace pocos días estaba Fátima por estos pagos, firmando el protocolo de la T.P. que, se supone, ayudará a los empresarios a contratar a más gente y con los beneficios que conseguirán con la tarifa plana, podrán pagar a los más esclavos algo más de sueldo. Pues será que NO . Como respuesta, al ladito de la mesa de Fátima, se estaba montando la mesa de negociación del Convenio de Hostelería, que nace con un !NO! así de grande, al incremento salarial.
En definitiva, Debate sobre el Estado de la Nación, en el que una vez más, tuvimos que presenciar un partido entre dos, que siguen empeñados en ignorar al respetable, que sufre y padece en la grada y les ha pagado la entrada . Por otra parte, cuando parecía que amainaba y los de por aquí se plantaban con un na nai que no queremos “chapapote ni hilillos de plastilina”, sale Mariano y dice que las prospecciones son compatibles con el turismo y que nos harán más competitivos. No se hacen esperar los aplausos de los Palmeros entre ellos -por descontado- los d'els “Nostro”, Ramis y el sempiterno palmero y sonriente Araujo don Rogelio, el de Ibiza y los que hagan falta, que por eso están ahí, para callar, pulsar y cobrar. Mientras, Europa sentenciaba la ilegalidad de centimito sanitario y obliga a que nos devuelvan los millones recaudados por este robo, ideado y orquestado por el inefable Cristóbal Ricardo, que así se llama el Montoro Romero, quien se hace el sueco – ji ji ji - hagan cola en la gasolinera ji ji . A ver si les devuelven ji ji ja ja.
Acabo ya y doy razón del titular: El Viernes y el lunes y otros días, un fuerte viento movía la gigantesca grúa de la Calle Zaragoza, instalada en una obra inacabada, que está situada a la altura del número 26. Los vecinos de esta calle y de las calles Blanes y Porto Cristo de La Vileta, tiemblan cuando hace viento, saben que la grúa se cae señor Alcalde, o la grúa abandonada a su suerte se caerá sobre sus cabezas, porque se mueve como una veleta y gime abandonada, oxidada. Ya lo dije y lo apunté aquí hace algunos meses . Volveré a recordarlo, espero, que la suerte nos acompañe Señor Alcalde y que el tiempo mejore.
Hace un rato que se acabó el espacio de que dispongo y no me he centrado en ningún tema. Lo siento, pero ocurren tantas cosas, que no logro zarpar de una vez . Mejor será cerrar y nos vamos con la música a otra parte. Mientras todo esto y más, la guitarra de “Paco” quedaba varada en una playa . Paco de Lucía se nos fue, ha llegado a la otra orilla. Sus manos quietas para siempre y en nuestro corazón, late la melodía, la obra con la que hace años debutó en nuestras vidas y nos invitó a seguirle y a admirarle. Entre el Atlántico y el Mediterraneo, allí se quedó Paco, Entre dos Aguas.