¡Cómo me hubiera gustado poder acudir a Madrid Fusión 2018! Sí, es por todos bien sabido que los tres primeros días de esta semana, el Palacio Municipal de Congresos de la capital, situado en el Campo de las Naciones, se ha erigido en punto de encuentro de chefs de renombre internacional, de nuevas promesas procedentes de todo el planeta, de las más importantes empresas relacionadas con la hostelería, así como de cualquier aficionado a la buena mesa y al buen producto. Efectivamente, ayer miércoles concluyó la decimosexta edición de una de las citas gastronómicas más importantes del año: Madrid Fusión. Estamos hablando del, probablemente, más importante Congreso Internacional de Gastronomía que tiene lugar en nuestro país y uno de los más destacados de Europa, que viene reuniendo, edición tras edición, desde el año 2003, a lo más granado dentro de un sector que está viviendo una auténtica y maravillosa edad de oro. Se trata de un evento multicultural en el que se organizan ponencias, demostraciones, talleres, catas, degustaciones de producto, homenajes o concursos, entre otras muchas cosas. Cita obligada para todo profesional del sector y para cualquier apasionado por la gastronomía.
Efectivamente, este año no he tenido la oportunidad de disfrutar del extraordinario ambiente que envuelve cada rincón de los distintos espacios, aulas y expositores del Palacio de Congresos. Una auténtica pena no haber podido ser testigo de esas conversaciones entre los mejores chefs del mundo, no haber podido escuchar sus ponencias, ni quedar hipnotizado por los olores y perfumes de sus creaciones o saborear los magníficos vinos y aceites que también se dan cita allí estos días. No obstante, y desde la distancia, resulta sumamente gratificante escuchar, ver y leer las noticias que nos llegan desde los más diversos medios de comunicación, generalistas y especializados, así como permanecer atento a las novedades, vivencias y opiniones que nos encontramos en las redes sociales, cada vez más importantes como auténticos transmisores de experiencias en tiempo real.
Así las cosas, y una vez finalizado este magnífico evento, no podemos más que afirmar con rotundidad que estamos de enhorabuena en Illes Balears y que nuestra gastronomía está de moda, que cuenta con unos profesionales excepcionales, reconocidos tanto en el ámbito nacional como internacional y que, cuando hablamos de producto, lo que ofrecen nuestras islas es un auténtico espectáculo. En esta edición, hemos contado con tres ponencias principales impartidas por tres auténticos maestros: el gran Tomeu Caldentey (estrella Michelin en su restaurante BOU y propietario también de Taronja Negre y TOMEU) habló de la extraordinaria labor que lleva a cabo en su restaurante de Sa Coma centrando su atención en aquellos platos que acaba rematando en sala, ¡Que claro ha tenido siempre lo importante que es el papel de este servicio dentro de todo el conjunto y cuántas veces ha comentado que cocina y sala completan, al 50%, el auténtico valor de un restaurante! Y todo ello, lo hizo a través de recetas mallorquinas tradicionales. Por otra parte, el joven maestro pastelero Lluís Pérez, que por cierto fue galardonado con el tercer premio en el concurso Pastelero Revelación Madrid Fusión 2018, también presentó una receta tradicional del siglo XVII, recuperada, de cuarto embetumat, y explicó el proyecto que gira en torno a su pastelería de Palma, ya todo un referente. Y, en tercer lugar, el chef Álvaro Salazar (estrella Michelin en ARGOS) habló del máximo aprovechamiento del producto en su ponencia Producto3 en que, por ejemplo, extrajo todo lo que puede dar de sí una sepia hasta elaborar hasta tres recetas distintas aprovechando las distintas partes de un mismo producto. Sencillamente impresionante. Nuestra gastronomía es cosa muy seria y los profesionales que están haciendo posible esta realidad y que, de forma decisiva, están contribuyendo a su consolidación, siguen demostrando edición a edición, ponencia a ponencia, que estos resultados no son fruto de la casualidad.
Y no podemos olvidar la incansable labor que, año tras años se lleva a cabo desde las Denominaciones de Origen (DO) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y la implicación de grandes profesionales de la comunicación y el marketing. Sin ellos, nada de esto sería posible. Como botón de muestra, señalar que, en esta edición, la DO de vinos Pla i Llevant, la DO Queso Mahón y la IGP Sobrasada de Mallorca han vuelto a presentar en un único stand todos sus productos de la mano de las deliciosas recetas de los chefs Juan Porcel (Restaurante OLIU) y Marga Alemany. Por su parte, la DO Oli de Mallorca y la DOP Oliva de Mallorca, han hecho acto de presencia con expositor propio, presentando la tapa ganadora de la última edición del concurso de tapas con aceite de oliva virgen extra Oleotapa, de la mano del cocinero Ricardo Rossi (Restaurante Hotel Valldemossa) La DO Oli de Mallorca, además, dio a conocer una selección de 12 aceites de oliva virgen extra de las variedades mallorquina, arbequina, picual y empeltre y contó con la inestimable colaboración de la chef Macarena de Castro (estrella Michelin en JARDÍN)
A todo ello hay que sumar el conjunto de magníficos profesionales de la cocina y restauración que fueron llegando a Madrid desde todas nuestras islas, para participar también en diversas aulas de formación y divulgación, como fue el caso del ibicenco José Miguel Bonet (Es Ventall), que habló de los tesoros que nos deja el Mediterráneo; o el de Marga Coll (Miceli y Arrels), Marta Rosselló (Sal de Cocó) y Silvia Anglada (Es Tast de Na Silvia), de la mano de Makro y Chefs(in), que presentaron su particular versión de las ‘sopes’, tanto de las ‘sopes mallorquines’, como del ‘oliaigua’ típico de la cocina de Menorca. Del mismo modo, también hubo representación balear en algunos de los concursos que tienen lugar durante esos días, destacando que José Cortés (chef ejecutivo de Diablito y delegado en Mallorca de la asociación europea de cocineros Eurotoques) se hizo con el tercer puesto en el concurso de bocadillos de autor con su "bocado de Oriente", un kefta de cordero mallorquín con numerosas especias.
Por tanto, bien podemos concluir, sin temor a equivocarnos, que nuestra gastronomía muestra músculo, edición tras edición, en uno de los eventos gastronómicos más importantes del mundo. Sí, es para estar más que orgullosos del trabajo de estos grandes profesionales, de esas asociaciones, DO’s, IGP’s y empresas que apostaron y siguen apostando por nuestras islas, por su producto y por su forma de entender la gastronomía. Enhorabuena a todos, y gracias por llevar un trocito de Balears con vosotros.