La furgoneta fantasma
miércoles 07 de mayo de 2014, 07:37h
La delegada del Gobierno en Baleares ha explicado que la Guardia Civil sigue investigando la desaparición de Malén Ortiz, hace ya cinco meses. No descarta ninguna hipótesis, incluso que haya desaparecido por voluntad propia.
El caso es muy extraño y ya forma parte de los casos sin resolver en Baleares que han teñido de negro la crónica policial.
Otros dos son muy curiosos, pues han sido denunciados en los últimos cinco meses. Los mismos de la desaparición de la chica de Calvià. Aunque no tengan nada que ver, el hecho que se denuncie que dos hombres, en una furgoneta, han intentado agarrara por el brazo o la mano a una niña o adolescente, da mucho que pensar. Estoy de acuerdo que este tipo de noticias son muy peligrosas. Ya hay gente que cuando ve una furgoneta con dos tipos en su interior se pone a gritar o a llamar a la policía. La policía y la guardia Civil son muy profesionales, muy listas, y con mucha experiencia para saber separar la borra de la lana, seguir la pista correcta y dar con el objetivo, aunque tarden cien años. Los cuerpos de seguridad del Estado son como los elefantes: nunca olvidan.
Pero no hay que olvidar que, a estas islas, vienen más de uno para hacer trabajos ordenados por otros y no son del sector turístico.
Aquí han venido sujetos que se han marchado dejando un reguero de sangre. A veces de toda una misma familia. La delincuencia baja, según los datos del ministerio del Interior, pero aumentan la sensación de impunidad en la que pueden delinquir los sicarios. Esta es la factura que pagamos por ser lugar de descano y de escondrijo de mafioso, clanes de venta y distribución de drogas, ladrones de guante blanco y mafiosos.
En el paraíso también hay serpientes.
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Últimos comentarios de los lectores (1)
22590 | tofol - 07/05/2014 @ 08:05:03 (GMT+1)
No solo es lugar de descanso de mafiosos, clanes de venta y distribución de drogas, ladrones de guante blanco, etc sino también de otra especie que anida en nuestras islas, procrea y deja nuestras arcas vacias: los politicos "profesionales".