Todos nos acordamos del día 30 de noviembre de 2013, amanecíamos con una dolorosa noticia, el actor conocido por ser el protagonista de la saga
Fast And Furius, Paul Walker fallecía en un aparatoso accidente de tráfico. El interprete iba de acompañante, cuando el conductor perdió el control y se estrelló contra un poste.
Tenía 40 años y dejaba una hija y una prometedora carrera. A más de un año de su muerte fans y familiares le recuerdan. Y ahora vuelve a ser noticia, ya que sus seres más cercanos han exigido al conductor del coche Roger Rodas, cerca de dos millones de dólares... o mejor dicho a sus herederos ya que ambos murieron calcinados en el
Porsche Carrera GT en el que iban cuando sucedió aquel trágico accidente.
El dinero realmente es en concepto por una sociedad que Rodas y Walker tenían en el que vendían coches de alta gama y otros que preparaban para competir en las carreras (y es que la afición vivida en Fast and Furious iba más allá de las pantallas).
Todo indica que el administrador único debía de ser Rodas y por ello la familia del famoso actor le reclama o el dinero en efectivo, con los coches o si se han vendido pues lo obtenido por dicha venta.
Por su parte Rodas ha rechazado la solicitud de la familia y pronto se verán las caras en los tribunales.
Lo que no sabemos es si este movimiento de la familia será para dejárselo a la gran heredera de su fortuna, su hija, o si las intenciones vienen para quedársela ellos, ya que recordemos que Paul Walker dejó todo a su hija.