La encrucijada de Bauzá
miércoles 04 de diciembre de 2013, 19:29h
Faltan sólo unas semanas repletas de fiestas para que entremos en año preelectoral. A partir del próximo enero, de manera consciente o inconsciente, tanto los que gobiernan como los que están en la oposición ya piensan y actúan con la mirada puesta en la cita electoral autonómica de la primavera de 2015. Todo año preelectoral tiene importantes efectos. Quien gobierna comienza a comprender que el poder no es eterno, que se acerca, inexorable, la reválida de las urnas y que necesita crear las condiciones objetivas para asumir este trance con las mayores posibilidades de éxito.
Para conseguirlo, Bauzá necesita en los próximos dieciséis meses la calma social que se ha perdido en los dos últimos años y medio de crispación en el sector sanitario, en el mundo empresarial y en la amplísima red docente balear. Cuando se consigue el poder por mayoría absoluta acaparadora, es sencillo, en nombre del sacrosanto objetivo de recortar el déficit, anunciar esscalofriantes cierres de hospitales, recortar empresas públicas y proclamar subidas de impuestos. También parece no costar mucho remover la red docente por la cuestión lingüística. Pero el tiempo pasa. Y en la época preelectoral el bien más preciado para toda forma de poder es la paz.
Se acerca la hora en que Bauzá ha de hacer bajar el souflé de la tensión social. Está obligado a intentarlo. Es bueno para él y para su partido, que tiene también que dar la cara ciudad a ciudad y pueblo a pueblo, alcalde a alcalde y concejal a concejal. A Bauzá le llega la hora de destensionar con inteligencia, de escuchar y dialogar con todos, de tener muy presentes los anhelos de una sociedad civil castigadísima por la crisis, de atender a unas clases medias que han perdido buena parte de su solidez y necesitan esperanza de futuro.
Bauzá tiene aún tiempo para redirigir la nave autonómica hacia el objetivo de la concordia social, hacia el diálogo con todos, hacia la finezza política, hacia el consenso. En las removidas coyunturas actuales, la paz y la tranquilidad son activos políticos de gran magnitud, son oro puro. Es ahora, en tiempo preelectoral marcado por la austeridad, cuando más se valora una acción de gobierno capaz de evitar problemas, capaz de poner bálsamo sobre las heridas. Sólo de esta forma se puede mantener una base electoral capaz de mantener la mayoría absoluta.
Porque por la vía radical escorada hacia la derecha, ¿quién querrá pactar con él si no alcanzase los treinta diputados?
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Últimos comentarios de los lectores (1)
16813 | mohama-lamoha - 05/12/2013 @ 11:15:42 (GMT+1)
I qui dels altres sumarà mès diputats per prende.li 6 al PP??
Aquest home a lo seu que va proposar al seu programa; els altres fent el ridicul pels pobles penjant llençols de color verd per ses finestres i una representació de sa TROPA per Madrid entregant QUEIXES. Val mès que no surtin de casa seva.