La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) ha hecho público este lunes un nuevo informe de “Evolución Económica” correspondiente al segundo trimestre del ejercicio 2019, el cual señala que la economía balear ha crecido entre los meses de abril y junio a un ritmo medio del 2% interanual y ha igualado, así, el avance anotado durante el primer cuarto del ejercicio. En términos específicos, el informe apunta al consumo privado, por el lado de la demanda, y al sector servicios, por el de la oferta, como los componentes que más han contribuido a sostener el ritmo de crecimiento de la economía durante el segundo trimestre, beneficiados ambos por el ‘efecto Semana Santa’. Como resultado de esta evolución, Balears mantiene un crecimiento ligeramente inferior al de la economía española (2,3%), pero que se sitúa por encima del de las principales economías de la zona del euro (1,1%), especialmente de la alemana (0,4%) y la italiana (0%).
Desde el lado de la demanda, la trayectoria del agregado balear se explica por el pulso más sostenido que ha mostrado el consumo privado durante el segundo trimestre, pues, con un crecimiento estimado del 1,8% interanual, ha avanzado al mismo ritmo que en el primer trimestre. En este sentido, el consumo se ha visto favorecido por la contención de los precios finales, dado que la inflación ha registrado entre abril y junio el menor avance de los últimos once trimestres (0,5%). Además, los no residentes también han realizado una importante contribución al consumo, tal y como señala el aumento, en términos interanuales, del gasto efectuado por los turistas que han visitado el archipiélago durante el segundo trimestre (2,9%).
CRECIMIENTO DE LA INVERSIÓN
Durante el segundo trimestre, el crecimiento de la inversión se ha moderado hasta el 3% interanual, cuatro décimas menos que en el primer trimestre (3,4%). Este comportamiento se achaca, fundamentalmente, a la rebaja de las expectativas empresariales que se desprenden de la evolución del índice de confianza empresarial. Y es que tanto el saldo correspondiente al balance de situación del segundo trimestre (4,9 puntos) como el saldo de expectativas del tercer trimestre (5,9 puntos) se han situado en valores inferiores a los observados un año antes (7,3 puntos y 13,3 puntos, respectivamente). En este contexto, el informe apunta que el menor empuje de la inversión se ha hecho extensivo incluso al ámbito de la construcción, ya que el presupuesto correspondiente a los proyectos de obra visados entre abril y mayo ha disminuido interanualmente más de una décima parte (-12,5%).
Al mismo tiempo, la contribución del sector exterior al crecimiento regional se ha visto favorecida en el segundo trimestre por la mejora del saldo comercial, toda vez que el intercambio de bienes del archipiélago con el exterior se ha saldado con un déficit (-59 millones de euros) inferior al contabilizado durante el mismo periodo del ejercicio anterior (-114 millones de euros).
SECTOR SERVICIOS
El informe señala que, por lo que respecta a la oferta, el crecimiento de la economía balear se ha sostenido, principalmente, gracias al comportamiento de los servicios, que en el segundo trimestre han avanzado a la misma tasa que el trimestre anterior, un 2% interanual. Desde esta perspectiva, la actividad del sector ha estado apoyada por la firme evolución de la afluencia turística, que, favorecida por el hecho de que la festividad de la Semana Santa haya sido este año en abril, mientras que en 2018 fue en marzo y, por tanto, computó en el primer trimestre del año, ha alcanzado un volumen de llegadas (5.598.971 turistas) ligeramente superior al del mismo periodo del año anterior (5.520.976 personas). En consecuencia, los hoteles del archipiélago han contabilizado un recuento de pernoctaciones entre los meses de abril y junio (19,59 millones) prácticamente idéntico al del pasado ejercicio (19,61 millones).
Más allá de los servicios, el crecimiento de la actividad se ha moderado tanto en la industria, donde ha cedido una décima hasta el 0,9%, (vs 1%, 1º trim.), como en la construcción, cuyo ritmo de avance se ha rebajada cinco décimas hasta situase en el 3,7% (vs 4,2%, 1º trim.). En el caso particular de la industria, este comportamiento se asocia a la tendencia a la baja que mantiene el índice de producción industrial, el cual ha descendido nuevamente entre abril y junio por tercer trimestre consecutivo (-7,5%). La construcción, por su parte, si bien continúa siendo el ámbito productivo que más crece, experimenta una paulatina ralentización del ritmo de avance a medida que progresa en la recuperación de los estragos causados por la crisis económica, una circunstancia que se hace visible, por ejemplo, en la marcha del empleo en el sector (5,2% vs 5,8%, 1º trim.).
MENORCA SUBE E IBIZA Y FORMENTERA BAJAN
En el apartado de desagregación territorial, el informe destaca que el diferencial que separa el ritmo de crecimiento de los diferentes territorios insulares se ha reducido en el segundo trimestre, toda vez que Menorca ha acelerado el ritmo de avance hasta el 1,1% (vs 0,9, 1º trim.), mientras que Eivissa y Formentera han cedido dos décimas hasta el 2,1% (vs 2,3%, 1º trim.). En términos particulares, el mayor crecimiento de la economía menorquina se explica por el impulso que el aumento de la llegada de turistas a la isla (2,9%) ha conferido a las actividades de servicios más estrechamente ligadas a la actividad turística. Por el contrario, Eivissa y Formentera es el único territorio insular en el que la afluencia turística no se ha incrementado durante el segundo trimestre en términos interanuales (-0,4%), lo que ha repercutido, a su vez, sobre la evolución de las pernoctaciones hoteleras (-1,6%).
MENOR CRECIMIENTO ECONÓMICO
El informe concluye con un apartado de perspectivas, en el que se apunta a una moderación del ritmo de crecimiento de la economía balear a lo largo de los próximos trimestres, en sintonía con el comportamiento de las principales economías avanzadas y, en particular, de la española. Con todo, estas perspectivas están altamente condicionadas por un escenario en que se han incrementado los factores que podrían sesgar a la baja el crecimiento económico, entre los que destacan la tensiones geopolíticas que afectan al precio del petróleo, la incertidumbre en torno a la salida del Reino Unido de la Unión Europea, los efectos de las nuevas medidas de política monetaria y el débil crecimiento de algunas de las principales economías del entorno.