www.mallorcadiario.com

La defensa de la posidonia vuelve a poner el foco en los navegantes

miércoles 15 de mayo de 2019, 00:00h

Escucha la noticia

El Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat) ha comprado un robot submarino para vigilar los fondeos de embarcaciones sobre las praderas de posidonia. El ingenio alcanza los cien metros de profundidad y su acción será primordial en la campaña de control que se inicia este miércoles, primero en las Pitiusas y más tarde en Mallorca y Menorca.

El robot ayudará en las tareas de los agentes encargados de informar, comprobar y asesorar a las embarcaciones de recreo para que fondeen sin dañar la posidonia. En total, este año vuelven a movilizarse 15 barcas del Ibanat exclusivamente para esta labor. Ya el año pasado, la misma operación realizada por el Servicio de Vigilancia de la Posidonia se saldó con un total de 50.467 actuaciones; se comprobó que 45.218 embarcaciones estaban bien fondeadas, se obligó a cambiar la ubicación de 5.249 y se trasladaron 74 actas de denuncia a la Guardia Civil.

La novedad este año es el robot ROV Trident, del que los responsables de Medi Ambient esperan que ayude, además, en la revisión de especies invasoras en el fondo del mar o de especies protegidas o en peligro, como el nácar. Afirman que también se utilizará para detectar posibles escapes en emisarios o para hacer seguimiento de posibles accidentes marítimos.

No hay nada que objetar al empleo de más y mejores recursos para asegurar el correcto fondeo de los navegantes, aunque el empeño en considerar al sector como el principal riesgo para la posidonia no deja de tener un punto de obsesión o, incluso, de prejuicio clasista. La impresión es que el Govern pone excesivamente el foco en un sector tan arraigado -y respetuoso con el medio ambiente- como son los navegantes, mientras se descuidan otras malas prácticas que tienen un resultado infinitamente más dañino para la supervivencia de la posidonia.

No parece oportuno criminalizar un sector que, en su inmensa mayoría, conoce el valor de esta planta, cuando los vertidos submarinos de residuos destruyen millones de metros cuadrados de posidonia sólo en la bahía de Palma. El problema radica en que los responsables de que se sigan produciendo estos vertidos son, en buena parte, las propias administraciones que ponen cerco a los navegantes.