El pasado jueves tuve la fortuna de acudir al Congreso de CEDE celebrado en el magnífico Palacio de Congresos de Palma y lo que ahí se dijo tengo que reconocer que me impactó.
Por el escenario desfilaron los ejecutivos de algunas de las más importantes empresas de España que nos explicaron el futuro del país, de la tecnología y de la inteligencia artificial. Lo que pude escuchar en esa densa jornada con conferenciantes de primer orden me hizo ver un futuro apasionante en el que la interacción de las máquinas y las personas en determinados casos se entremezclaran hasta extremos que se confundirán.
Soberbios estuvieron los Sres. Álvarez-Pallete, Presidente de Telefónica, Garrigues, Fainé, De Meo, Albarracín o el mallorquín Reynés. Todos altos ejecutivos de grandes empresas que nos hicieron ver cómo será el futuro; un futuro que ya está aquí, con su propio idioma y sus propios riesgos pues los datos son información de los consumidores pero, además, son poder. Poder para guiarnos a los consumidores por los pasillos de los centros comerciales hasta una determinada tienda pues han detectado la presencia de nuestro teléfono móvil en el centro comercial… y naturalmente conocen nuestros hábitos de consumo.
Brillantes nuestras hoteleras de lujo, las señoras Riu y Frontera que desde ese magnífico escenario y ante un público defensor de la empresa privada reclamó, esta última, una acción inversora por parte del gobierno de este pequeño país en forma de infraestructuras y de adecuación de las zonas públicas a los esfuerzos inversores de los empresarios.
Apasionante resultó la mesa redonda dirigida por Josep Piqué, con la intervención de quien fue Comisario Europeo la Sra. Ferrero y de quien fue primer ministro de Italia Francesco Letta. Personas con una clarividencia política digna de admiración, me supo a poco el tiempo del que dispusieron para escuchar los certeros análisis de esos europeístas activos.
Tras tan interesante jornada saqué tres conclusiones, la primera que hay que seguir peleando por una Europa unida, ante los radicales de izquierda o derecha, más Europa, la segunda que las comparaciones son odiosas y la tercera que no cualquiera puede llegar a Presidente de Telefónica, KPMG, Naturgy o Suez (realmente da igual la empresa) y que cualquiera puede llegar a Presidente de Baleares. Que pasen un buen día