La Casta y la Coherencia

Si bien no ha sido nunca santo de mi devoción, me veo obligado a reconocerle al Sr. Monedero una virtud que escasea, y mucho, estos días:  la coherencia con sus propias ideas. Al contrario que muchos de sus compañeros, Monedero no ha variado su discurso ni un ápice durante el vertiginoso ascenso de PODEMOS. El marketing se lo ha dejado a otros y se ha dedicado a ser él mismo sin importarle las consecuencias de sus actos.

Han sido muchas las anécdotas que ha dejado Monedero, como cuando se arrancó con unas coplillas o cuando gritó, micrófono en mano, Montoro, no me das miedo. En todo caso, este artículo no trata de sus relaciones con Hacienda.

Y es que, aunque yo jamás le hubiera votado, tiene mucho mérito lo que ha hecho. ¿O acaso muchos españoles renunciarían a ser diputados a cambio de no traicionar sus ideas? Renunciar a un sueldo, dietas y el famoso IPAD por tener una idea distinta de lo que debe ser el cambio político.

PODEMOS debería hacer autocrítica y pensar en lo que ha hecho Monedero. Sin embargo, parece que de autocrítica andan escasos, al menos en su cúpula. Da la casualidad de que siempre que aparece algo, le echan la culpa a la casta (aunque ya no usen tanto ese término).

Lo mismo ocurre ante el avance de CIUDADANOS. Yo recuerdo a Pablo Iglesias alabar a Albert Rivera... Hasta que les ha pisado los talones en las encuestas. Ahora ha empezado a decir que es una versión renovada de Rajoy y que es mala noticia que las empresas del IBEX alaben su postura (que, al contrario que a Iglesias, a mí me tranquiliza).

Monedero llegó, estuvo y se fué siendo él mismo. ¿Pueden todos sus compañeros decir lo mismo?