A la carrera en Campos
viernes 07 de agosto de 2015, 18:11h
Las medidas provisionales -y aplicadas sin previo aviso- adoptadas por el Consell de Mallorca en la peligrosa carretera que une Campos y Llucmajor, y que durarán hasta que se lleven a cabo las obras de remodelación de la vía, acumulan efectos colaterales que los técnicos no habían previsto.
A día de hoy, con más de 5 kilómetros de doble línea contínua y limitación de velocidad desesperante, cuando un conductor se incorpora a la vía ya sabe que está condenado a aprenderse de memoria la matrícula del vehículo que entre en ella justo delante.
Se impone la paciencia porque ir a 70 kilómetros por hora de Llucmajor a Campos y viceversa sin otra opción que seguir religiosamente la caravana resulta poco menos que un suplicio. Es verdad, no son muchos minutos, pero requiere un esfuerzo.
Son muchos los especialistas en la materia que, desaprobando lo de la doble línea continúa, añadían que "por lo menos, no lo acompañes de una limitación de velocidad tan contundente". El resultado, la "amistad" que uno acaba haciendo con el coche que lleva delante.
Todo esto ha provocado el hartazgo de más de uno. No olvidemos que hablamos de una vía de altísima densidad de tráfico en verano con los coches que intentan llegar a Es Trenc, a la Colònia de Sant Jordi, a las playas de Felanitx o a la costa de Santanyí, por no mencionar Campos, Llucmajor o Palma.
La impaciencia ha llegado a niveles de peligrosidad en la circulación dentro del caso urbano de Campos. Quien les escribe este texto se ha visto involucrado en más de una ocasión en los últimos días en auténticas "carreras" por las calles del municipio que rige Sebastià Sagreras.
Les cuento: cuando algunos conductores alcanzan Campos en dirección Palma, utilizan el 'scalextric' dispuesto por el ayuntamiento desde hace años para atravesar el municipio sin estorbar al centro del pueblo para iniciar una remontada histérica. Se trata de adelantar cuantos más coches mejor, en pleno casco urbano, para evitar ir detrás de ellos entre Campos y Llucmajor. Y hablo de 'carreras', porque se empieza a hacer un uso indebido de las rotondas del municipio y de algunas calles más o menos largas pero en las que no se puede exceder el límite de velocidad, para adelantar 'a todo bicho viviente'. No se pierdan el espectáculo en algunos momentos en la rotonda final que da acceso a la carretera que nos llevará a la autopista.
No se han producido más accidentes. Ya han marcado distancia con lo que hizo el PP. ¡Enhorabuena! Pero tomen nota de las consecuencias. Lo de Campos empieza a ser un peligro, culpa de algún descerebrado al volente. Pero se lo hemos puesto 'a huevo'.
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Últimos comentarios de los lectores (1)
35000 | pere - 09/08/2015 @ 15:20:34 (GMT+1)
Y, con ser malo, esto no es lo peor. Lo peor es que los hay que en el tramo de vía entre Campos y Llucmajor, y en ambos sentidos, por los motivos que aduce en el artículo, se atreven a realizar adelantamientos rebasando la línea continua en cualquier punto. Ciertamente es su culpa porque son "locos al volante", pero de quien no es culpa es del adelantado o del que circula en sentido contrario, que antes o después se verán involucrados en un accidente si comerlo ni beberlo (yo ha he estado a punto dos veces). Disminuir la velocidad y prohibir el adelantamiento no era necesario desde ningún punto de vista para las personas que conducen con normalidad, y para los "locos del volante" no es más que otro acicate a la hora de incumplir la norma y ponernos en peligro a los demás. Déjense de historias e inicien de una vez las obras. Les guste a los gobernantes o no, esta es una isla turística y este tramo es peligroso para las personas. A ver, para los toros, ciertamente no es peligroso, a lo mejor es eso lo que les frena.
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