Tras el parcial levantamiento del secreto sumarial en la causa que investiga la trama de corrupción policial en el seno de la Policía Local de Palma, las informaciones se suceden y lo que se va sabiendo pone los pelos de punta por la extrema gravedad del escenario dibujado por el juez instructor, Manuel Penalva, y el fiscal anticorrupción, Miguel Ángel Subirán. Algunas de las cosas que ahora salen a la luz pública se sabían, pero muchas otras no y es aquí donde se centra ahora el interés informativo, en especial en las presuntas implicaciones de políticos en la trama investigada.
Conviene ser prudentes porque las acusaciones hay que probarlas
Al respecto hay que decir que las informaciones que señalan a José María Rodríguez, presidente de la Junta Local de Palma del Partido Popular, como “padrino” de los agentes implicados en la red mafiosa son mucho más que preocupantes, pero hay que recordar que por el momento no hay sobre Rodríguez –por lo que sabemos– acusación alguna, ni ha sido llamado a declarar ni siquiera en calidad de testigo. Es cierto que hay testimonios en la causa que le señalan, pero muchos son referenciales e indirectos, por lo que conviene ser prudentes porque las acusaciones hay que probarlas, cosa que como se deduce de la ausencia de una imputación formal por parte del juez o el fiscal, no ha sucedido. Además hay que tener en cuenta que aún pesa el secreto de las actuaciones en buena parte de la causa, lo que evidencia que la investigación continúa y es precipitado sacar conclusiones por ahora.
En cualquier caso hay que recordar las palabras del expresident Bauzá cuando señaló que Rodríguez era el futuro al considerar que “ha cumplido sobradamente una etapa en el partido”. En efecto, Rodríguez debe comprender que su etapa en el PP, formación en la que lo ha sido todo, ya ha pasado. Lo mejor sería dar un paso atrás porque su permanencia al frente de la Junta Local más importante del PP de Balears mancha inevitablemente el nombre del partido y resta más que suma. Rodríguez se mantiene en el cargo en virtud de la cadena de favores cuidadosamente alimentada durante años, pero su imputación en el caso ‘Over’ (que ya le obligó a abandonar el cargo de Delegado del Gobierno) por la que muy probablemente se sentará en el banquillo de los acusados cuando haya el juicio y ahora las informaciones sobre la trama policial, debieran obligarle a apartarse de la estructura orgánica del partido y evitar así el desgaste a que se somete a la formación en su conjunto.
