Se habla mucho sobre la sostenibilidad: productos sostenibles, turismo sostenible, empresas sostenibles…No obstante, pocas veces oímos hablar de la sostenibilidad y la ecología emocional.
Estos dos conceptos son relativamente nuevos y nos hablan de cómo mantener relaciones con nuestros seres queridos y en nuestro entorno profesional de una forma que el resto de las personas se sientan beneficiadas y a gusto.
Son varios los conceptos que abarcan la sostenibilidad y la ecología emocional, pero me gustaría hacer hincapié en nuestra forma de relacionarnos y cómo nos comunicamos de una forma positiva y asertiva. Para ello, la Cábala puede ser una herramienta fantástica, porque, a través de ella, podemos aprender a conocernos mucho más y a trabajarnos personalmente.
Con la Cábala aprendemos a saber qué tenemos que cambiar de nosotros mismos y cuáles son los factores que nos influyen a la hora de relacionarnos con los demás y cómo podemos mejorar esa relación. Para poder cambiar mi relación con los demás, debo comenzar conociéndome mejor a mí mismo y aceptando claramente mis partes negativas y las positivas.
Tenemos que aprender cómo nos relacionamos con nosotros mismos y cómo lo hacemos con los demás, puesto que, si no sabemos relacionarnos con nosotros mismos, difícilmente lo haremos con los demás. La sostenibilidad emocional comienza conociéndonos mejor, amándonos más y mejorando nuestra autoestima.
Si aprendemos a querernos y aceptarnos tal y como somos, con nuestros puntos de mejora incluidos, podremos mejorar la relación con el exterior, con las personas y con el entorno donde nos relacionamos.
Ser una persona sostenible y ecológica comienza con amarse a uno mismo y amar el entorno en el que se convive, la naturaleza, los animales, tu ciudad y, por supuesto, a las personas que te rodean.
No obstante, esto no es una tarea sencilla; aceptar a los demás y a nuestro entorno tal y como son puede resultar complicado, porque, en ocasiones, no nos aceptamos a nosotros mismos, por lo que nos es más complicado hacerlo con los demás.
No sirve de nada proclamar en las empresas y en nuestros gobiernos que queremos un mundo más sostenible si no comenzamos por las personas que habitan en él, por la parte humana. Necesitaremos grandes dosis de inteligencia emocional, coherencia y disposición para querer mejorar, y cambiar para poder conseguirlo.
Y esto, querido lector, solo depende de ti y de nadie más.
Si quieres un mundo más sostenible, comienza por ti mismo y empieza a hacer la vida más sencilla a los que tienes a tu alrededor, y verás que pronto todo tu entorno comenzará a cambiar automáticamente.
Solo depende de ti el cambio que quieras ver en el exterior. ¡No lo dudes! El secreto está en tus manos.