La fusión de Bankia con Banco Mare Nostrum (BMN-Sa Nostra), entidad donde se integró en su día Sa Nostra, será una realidad tras haberlo aprobado sus respectivos órganos competentes. Esta operación hará de Bankia el cuarto grupo bancario del país por número de activos, superior a 23.000 millones de euros y BMN representará un 6,7% del valor de Bankia.
Sin embargo, esta operación encierra un riesgo para BMN-Sa Nostra, la entidad que en Balears dirige Antoni Serra. BMN a pesar de las dudas que surgieron en sus inicios, supo respetar y mimar lo que significaba Sa Nostra en Balears en todos los órdenes. Para los clientes de BMN-Sa Nostra esto es muy importante, pues el apoyo que la entidad ha prestado tradicionalmente a empresas y emprendedores de las islas, así como a las familias y a los ahorradores, y por tanto la confianza que sus clientes han depositado en el banco, ha sido la clave de su arraigo en Balears y de su supervivencia.
Ahora se vuelven a divisar nubarrones, pues nadie sabe si Bankia respetará la identidad de Sa Nostra y su modelo de negocio. De no hacerlo como hasta ahora se ha hecho de la mano de Antoni Serra, Bankia será para los clientes de Balears un banco más de los muchos existentes, sin mayor compromiso ni implicación con el territorio. Bankia puede respetar lo que hasta ahora ha sido BMN-Sa Nostra, o cometer el error en el que incurrió la Banca March, alejándose de Balears y siendo un banco más donde las decisiones importantes se toman fuera.
Bankia y su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, deben ser conscientes de la historia de Sa Nostra, de su engarce en las Illes Balears, y en la medida de lo posible, respetar este legado de forma que todos salgan ganando.
