La ansiada foto de Son Espases

Ya está, el conseller de Salut, Vicenç Thomàs, tiene la ansiada foto de final de legislatura en el Hospital Son Espases, aunque para ello haya tenido que organizar un acto lo más parecido a una inauguración, pero sin serlo, en el que se ha incluido un pequeño recorrido para visionar las fotos del traslado más polémico de todos los tiempos y el descubrimiento de una placa con la fecha de la recepción de las obras, la del 10 del 10 de 2010. No tengo absolutamente nada en contra de este tipo de acontecimientos, pero sí de la falta de valentía del conseller y del president para inaugurar oficialmente las instalaciones, porque si todo está bien ¿de qué tienen miedo? En unos días de frenética actividad, porque el plazo se les acaba, de inauguraciones de centros de salud todavía sin terminar, de visitas a hospitales, de presentaciones de estudios, de asistencia a cualquier acto que tenga la más mínima repercusión mediática, no han sido capaces de inaugurar el hospital más emblemático de su legislatura, al que han dedicado el mayor presupuesto de todos estos años y por el que tuvieron que sacrificar hasta sus principios. Y ahora, cuando está finalizado, cuando según aseguran Vicenç Thomàs y su equipo funciona adecuadamente, salvo incidencias, no se atreven a organizar una inauguración oficial. ¿Por qué será? En política, como en la vida, hay que ser valiente, asumir los errores y solucionarlos, reconocer los problemas y resolverlos y, por encima de todo, dar la cara ante los que han sufrido y están sufriendo esas “incidencias”, porque no hay nada peor que intentar ocultar la verdad a los ciudadanos, porque eso sí que se paga en las urnas.