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"La alternativa al turismo en Mallorca es la miseria"

Gamero posa orgulloso con la joya de la Corona: el Miró auténtico del logo de Foment del Turisme
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Gamero posa orgulloso con la joya de la Corona: el Miró auténtico del logo de Foment del Turisme
Por Cristina Suárez
sábado 28 de abril de 2018, 08:00h

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Sobre la mesa de su despacho descansa un libro cuyo título resume a la perfección su labor y su visión: Queridos turistas. "Quien no vea que aquí todos vivimos de ellos y no solo no molestan sino que son estimados, es un necio". Eduardo Gamero, presidente de Fomento del Turismo de Mallorca desde hace seis años, reivindica el papel de este organismo centenario y visionario como referente actual del sector "especialmente en un momento en el que tantos mensajes negativos se lanzan", además de su carácter independiente. "No depender de las subvenciones te permite actuar como 'la voz de la conciencia' y decir lo que tienes que decir sin morderte la lengua". Reconoce que los números han tocado techo en verano pero defiende que el invierno tiene aún "mucho recorrido". Gamero se sienta con mallorcadiario.com.

¿Cuál es el estado de salud del turismo en Mallorca?

Yo diría que es inmejorable pero lo que no puede suceder es tener la tentación de morir de éxito. Hemos culminado un proceso de crecimiento sostenido y además, nos estamos beneficnado de la situación geopolítica de los destinos competidores. Sin embargo, esta situación se normalizará antes o despues y cuando ésto suceda, seguramente no tendremos tanta presión de demanda. Por ello, en circunstancias de bonanza, como ahora que nos tenemos el viento de espalda, hemos de fidelizar a estas familias que vienen a Mallorca y que en otras condiciones irían a otros destinos.

Turquía está bonificando sus llegadas…

Sí, con su enorme capacidad alojativa. Por eso digo que ahora hay que esforzarse en dar una experiencia única al visitante para que tenga ganas de volver.

¿Los mensajes que se lanzan son antiturísticos?

Sí, parece que nos molesta que vengan cruceros, que tengamos turistas en la ciudad… Igual algunos añoran aquellos años en los que Palma era una ciudad fantasma, en la que salía un fin de semana y no había nada. ¡Todo cerrado a cal y canto! Tanto, que nosotros cuando teníamos visitas, nos los teníamos que llevar a Valldemossa porque aquí no había nadar. Ahora no, ahora la ciudad está viva y algunos se quejan. Estamos mal acostumbrados porque queremos llegar a todas partes en cinco minutos, ir a la playa y tenerla para nosotros solos...Sí, eso sería lo ideal pero seamos honestos, hay otras personas que tienen derecho a disfrutar de ésto, igual que nosotros salimos de viaje a otros países.

¿Hay preocupación en Foment del Turisme ante la gestión de los mensajes por parte de la administración pública?

Sí, no se sale al paso de estas manifestaciones negativas. A veces por desconocimiento se dicen cosas que no son absolutamente reales y que además, son radicales. No me parece normal que se reciba a cruceristas como se hizo hace algunos días, con mayor o menor respaldo. Una cosa es decir que se orgenicen mejor la llegada de cruceros y otra, “no queremos cruceros”. Hay un gran trecho. No nos gustan los mensajes tipo “el turismo consume agua” o “el turismo consume territorio” o ciertos gestos como cortar el agua de duchas de playa o tirar los chiringuitos en pleno mes de mayo.

¿Ponen palos a las ruedas?

No voy a decir que lo hagan a propósito pero da la impresión que no se tienen en cuenta la realidad y el peso de este sector. Es más, algunos demonizan a los turistas con poca capacidad adquisitiva que vienen “y no dejan un duro”, pero es que lo curioso es que lo dicen personas que se autoproclaman progresistas. Me sorprende mucho porque uno de los grandes logros del siglo XX fueron las vacaciones pagadas para todo el mundo, y que algunas familias decidan invertir sus ahorros aquí debería enorgullecernos.

¿El reproche es el mismo al PSIB, que a Més y Podem, que apoya desde fuera?

Nosotros criticamos a todos los que lo hacen mal, sean del partido que sean. Al PP, en el Gobierno central, también le echamos en cara los fallos en cuestión de transportes o de tasas portuarias. A la Administración autonómica le hemos criticado hasta la saciedad el Impuesto de Turismo Sostenible, porque es una penalización al turismo. Es una forma más de decirle "nos molestan", además de que nos parece injusto porque los del megayate o la mansión no lo abonan.

El sector también estará haciendo algo mal.

Como en todos. El turismo es bueno pero cuando algo no se gestiona todo lo bien que se debería, se debe resolver en una mesa de trabajo en la que se sientan Administraciones y sector privado y se buscan soluciones, no ocurrencias. Eso hay que hacerlo de forma periódica, como en tiempos pasados.

Cuándo habla de ocurrencia imagino que se refiere a "acabar con el monocultivo del turismo" sin dar un claro Plan B, con una hoja de ruta clara.

Es que nuestros abuelos tenían que emigrar porque no había trabajo. Y hasta los 60, cuando yo me incorporé al sector, tampoco había. ¿Industria? Cualquiera que quiera instalarse aquí, en unas islas, le va a salir peor en comparación con las del continente porque la insularidad merma la competitividad. La alternativa, aquí, al turismo es la miseria.

¿Se puede crecer más en verano?

No, ahora hay sobredemanda, muchos quieren venir y no pueden porque no hay plazas. Además no es bueno por la propia imagen. Pero en temporada media y baja, sí hay margen para crecer. Hay mucho por hacer. El sector privado está apostando por mejorar y la Administración debería cumplir también. No llevan el mismo ritmo.

El turismo de borrachera, localizado en ciertos núcleos, es un hecho. ¿Cómo lo ve?

Los excesos hay que erradicarlos. De todas formas, reconozcamos que siempre han existido. Ahora se emborrachan pero yo recuerdo los gamberros de los años 70 que tiraban el mobiliario a la piscina y luego se lanzaban ellos.

¿Y cómo se les pone coto?

Pues al día siguiente, se les mete en un avión y adiós. En su momento se hacía. Se le decía al touroperador que esta persona había tenido un comportamiento inadecuado y se le acababan las vacaciones. Era un mensaje muy drástico pero muy efectivo. Ahora, como vienen por libre, es más difícil.

Y por otro lado, habría que contemplar que la oferta crea la demanda. Habría que incidir en esa oferta que atrae a esas personas. Desde el momento en el que tú haces una gran inversión en un establecimiento y elevas la categoría, pones una barrera que limita el tipo de visitante. De todas formas, yo siempre digo que en Mallorca se produce un milagro todos los años y es que en un territorio tan reducido, conviven todas las capas sociales sin molestarse, más allá de esos casos que menciona.

¿Cómo valora la gestion del aeropuerto de Palma?

Magnífica, sobre todo en verano, con el número de pasajeros que mueve.

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