www.mallorcadiario.com

La alegría de Hamás

miércoles 29 de mayo de 2024, 12:41h

Escucha la noticia

Con el indisimulado fin de levantar un velo mediático que permita ocultar la imputación de Begoña Gómez en el seno de una investigación judicial por delitos de corrupción y tráfico de influencias, Pedro Sánchez echó mano de su chistera y, en pleno conflicto bélico entre Israel y Hamás, decidió tirar del antisemitismo secular de la izquierda española y reconocer el hoy inexistente Estado de Palestina, para colmar de gozo las aspiraciones del terrorismo islamista.

La posición de España en materia de asuntos exteriores ha dejado de ser una cuestión de Estado para pasar a ser el comodín de los intereses familiares del presidente del gobierno, que aparta a las Cámaras de cualquier intervención en estos asuntos y que, por supuesto, no solo no busca un consenso social y político con las demás fuerzas del arco parlamentario, sino que parece empeñado precisamente en hacer pública demostración de lo contrario.

Auxiliado por sus patéticos y desprestigiados palmeros, Sánchez no tiene empacho alguno en entrar en conflicto diplomático con un aliado estratégico como Israel, como antes no lo tuvo en afrentar a la República Argentina o a Argelia de forma absolutamente gratuita e inexplicada.

Para la izquierda española, el Estado de Israel es un invento aliado de 1948, algo así como una ocupación de territorio ajeno para dar una solución al masivo exilio de judíos europeos tras la II Guerra Mundial.

Se ve que esta tropa no fue debidamente escolarizada, porque quienes estudiamos de pequeños Historia Sagrada, es decir, el Antiguo Testamento de los cristianos y, concretamente, los cinco libros del Pentateuco -es decir, la Torá de los judíos o el Al-Tawrat de los musulmanes- no ofrece duda alguna que los territorios identificados globalmente como Judea estaban ocupados por los reinos de Israel y de Judá, además de las ciudades filisteas de lo que hoy conocemos como Gaza. Todo ello, conformado a lo largo de siglos, especialmente desde el VII a. de JC. Como se ve, un invento angloamericano.

La solución de los dos estados -aunque parezca mentira que, en 2024, todavía la religión determine las fronteras de éstos- es la aceptada mayoritariamente en el concierto internacional. El problema es que Sánchez se adelanta a la comunidad de países democráticos y lo hace, con todo el simbolismo que ello acarrea, en el curso de un conflicto bélico, lo que solo puede ser interpretado como un respaldo a los agresores que lo iniciaron cobardemente y sin previa declaración, es decir, a los terroristas de Hamás, que han celebrado alborozados la decisión del gobierno español mientras siguen reteniendo rehenes capturados en la operación bélica del pasado octubre.

La pregunta es si, ahora que España ha reconocido a Palestina como estado, estos palestinos sin gobierno legítimo y el resto de países musulmanes de la zona van a reconocer de una vez a Israel y respetar su derecho a existir. Y la respuesta, claro, es que no.

Si algo une al islamismo radical y a la izquierda europea es, precisamente, su sentimiento antisemita y antisionista. Nadie -ni siquiera el régimen Nazi- ha asesinado a más judíos en toda la historia de nuestra especie que Stalin, patrón de la izquierda española durante la Guerra Civil y la posguerra y alma inconfesable de movimientos como EH-Bildu, Sumar o Podemos.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
1 comentarios