La decisión judicial de absolver al portavoz del GOB Miquel Àngel March tras una petición de dos años de cárcel y una importante multa por parte de la acusación particular por una construcción que llevó a cabo en un ANEI de su propiedad en Pollença se ha de valorar como una muestra de tacto y sensibilidad por parte de la Justícia. A ello se ha de añadir que Fiscalía no ha presentado ningún tipo de cargo. March ha asegurado que no actuó en ningún momento desde la clandestinidad y sí con total transparencia. Alega que esta pequeña construcción, denunciada por un particular, se hizo por motivos extraordinarios a raíz de los desperfectos padecidos por un temporal. La justicia se ha mostrado del todo comprensiva. No ha visto otra intencionalidad en March que reparar lo que se vino abajo y poniendo en su lugar una edificación más sólida que el antiguo gallinero. Esta sentencia es un ejemplo de tacto a la hora de aplicar la ley. Hay que tener muy presente que durante su etapa de dirigente del GOB March fue inflexible a la hora de denunciar abusos urbanísticos de toda clase a lo largo y a lo ancho de Mallorca. Eso crea inquinas y malestar. Entra de lleno en los intrincados vericuetos de la política. Y más para un personaje público que, encima, es propietario de una finca en área natural de especial interés. Quien desarrolla responsabilidades de gran influencia social debe asumir riesgos. Eso es lo que le ha pasado al exdirigente ecologista. Sin embargo, la Justícia ha desmenuzado los hechos y ha visto claramente que se trata de una minucia no punible. No obstante, March ha pagado estos hechos con meses y meses de propaganda en su contra. Algunos han querido hacer ver que ha hecho en su vida privada lo contrario de lo que predicaba de cara a la opinión pública. No lo han conseguido. Muy por encima de esta construcción, lo que estaba en juego es el honor de March. Y éste ha de ser restablecido en toda su dimensión. La balanza de lo mucho que ha hecho por la isla pesa infinitamente más que este problema que algunos han tratado de magnificar en un interés infinitamente mayor que una pequeña construcción en terreno protegido.
