"Me he chupado toda la crisis", ha afirmado hoy Katiana Vicens al hacer balance de sus seis años como secretaria general de CCOO de Baleares y explicar las razones por las que dimite para incorporarse al Comité Económico y Social Europeo (CESE)."Inicié el primer mandato en marzo de 2009, cuando los efectos de la crisis se empezaban a notar, y me iré a final de 2015, cuando es posible que podamos adivinar el inicio de la salida", ha señalado Vicens en rueda de prensa.
La dimisionaria se ha mostrado satisfecha con su trabajo al frente de CCOO del archipiélago, porque ha contribuido a que sea una organización "bastante más cohesionada" que cuando asumió la secretaría general, y "suficientemente madura" para que su marcha anticipada no suponga ningún problema.
Su sustituto provisional será designado por el Consejo Confederal, máximo órgano entre congresos, en una reunión convocada para el 20 de octubre.
"Tengo la opinión de quién es la persona" adecuada para reemplazarla al frente de CCOO hasta el próximo congreso, ha asegurado Vicens, que ha eludido hacer pública su preferencia hasta que lo plantee el próximo lunes en la reunión del Comité Confederal que iniciará el proceso para la designación del nuevo secretario general.
Se ha mostrado convencida de que habrá consenso sobre la designación y ha defendido que, aunque sea para poco más de un año, el próximo secretario general ejercerá la responsabilidad de forma plena.
Vicens ha indicado que asume su integración como representante española en el CESE como "un reto". "En mi vida necesito retos constantes", ha insistido la dimisionaria, que se trasladará a vivir a Bruselas, donde tiene su sede el órgano consultivo comunitario.
Será una de los tres delegados de CCOO dentro del grupo de siete sindicalistas que conforma la representación española, que completan siete representantes de patronales y otros tantos de entidades sociales. Los miembros españoles del CESE son propuestos por el Gobierno por un mandato de 5 años.
Vicens ha explicado que su organización le propuso este nombramiento porque conocía su determinación de no concurrir a un tercer mandato (el último posible) como líder del sindicato en Baleares.
"Me planteaban una oportunidad que la tenía que coger ahora o el tren pasaba. Dije que sí", ha relatado la dirigente de CCOO, que ha asegurado que descartó la opción de compatibilizar su cargo con la función en el CESE porque la última exige "una dedicación bastante importante".
Ha asegurado que en su decisión no ha influido el proceso judicial la condena firme a una multa de 4.000 euros que pesa sobre ella desde el pasado marzo por coacciones y daños.