Es una de las imágenes del verano: el recién nombrado entrenador del Mallorca -el último en llegar- Valeri Karpin, aparecía en Son Bibiloni, minutos antes de su primer entrenamiento, fumando un cigarrillo. Aspirando con ganas.
La estampa corrió como la pólvora por las redes y un elocuente internauta dio con su
alter ego cinematográfico: el
malote de Grease.