Ante problemas excepcionales, soluciones excepcionales. Tras una temporada turística que toca a su fin antes de lo previsto tras empezar más tarde de lo previsto y con ocupaciones inferiores a las que se habían previsto, lo peor de todo es que se mantiene la incertidumbre para la próxima campaña, la de 2021.
El exceso de protagonismo del Govern y su fallida estrategia de ‘marketing y nada más’ han vuelto a convertir a Mallorca en un destino inseguro por el incesante aumento de rebrotes de coronavirus; no lo digo yo, lo dicen todos los gobiernos de los mercados emisores.
Durante todas las ‘idas y venidas’ de este 2020, uno ha echado de menos una estrategia común de todo el sector turístico, alejada de protagonismos egoístas: lo único que interesaba era abrir algo y cuanto antes.
Por eso mismo, y ya mirando a 2021, el sector tiene el final del verano, todo un otoño y todo un invierno para planificar una estrategia común, una estrategia en la que vayan de la mano hoteleros, TTOO, agencias, ocio, actividades turísticas, comercio y restauración. Se les pueden sumar aeropuertos y puertos.
¿Por qué todos juntos?. Pues porque hasta ahora solo hemos visto como cada uno ha mirado por lo suyo, por su valor, por su imagen, por su cuenta de resultados. ¿Y si, ante lo excepcional de la situación, unimos toda la cadena de valor del sector turístico de Mallorca?. Sin políticos, sin autoridades. Ya llegará el momento de decirles a los fracasados rectores turísticos cuáles son las conclusiones y el camino marcado por el sector, que es el que realmente sabe del asunto.
¿De verdad es descabellado pensar que antiguos referentes aglutinadores, como el Foment de Turisme de Mallorca, recuperen el prestigio de antaño organizando una cumbre de 2-3 días (o más) en la que todos los actores tengan voz y voto? Uno añora el protagonismo de Foment de Turisme en los años 90 (época Miquel Vicenç) en la sociedad y en la economía. Ahora sería su nuevo gran momento y una oportunidad para su futuro.
Si los actuales rectores de Foment de Turisme no se ven con poderío suficiente, ahí están la CAEB o la Fundación Impulsa. ¿Nadie va a organizar una convención del sector turístico que olvide rencillas anteriores, en la que nadie mire al otro por encima del hombro, y que sólo busque sumar para trazar la gran estrategia de la recuperación?
Es muy probable que no todo sea igual en el futuro y que no estén ya todos los que están ahora, pero seguro que todos quieren intentar cosas. Los hoteles trabajarán en la irrenunciable apuesta por la calidad, pero en ello también están otros elementos como el ocio nocturno -busquen en las redes la auténtica maravilla en la que se ha convertido el nuevo BCM y que está por estrenar-. Todos deben dar un paso adelante, pero estaremos de acuerdo en que todos podrían darlo en la misma dirección si las relaciones entre unos y otros empiezan de cero. Sería lo razonable visto que unos y otros han sufrido el mazazo del Covid. Los problemas comunes deberían producir acercamientos y no peleas o indiferencias.
Este es un llamamiento para que alguien del concierto turístico y/o económico lidere alguna iniciativa en este sentido. Ideas, estrategias comunes, esfuerzos coordinados y unas conclusiones. Después, con el resultado, a informar al Govern a ver si por lo menos no estorba.