En relación a las filtraciones a la prensa, el policía local se ha referido la "estrecha relación" de un periodista de Diario de Mallorca con los investigadores y que era habitual "verlos tomando café y sonriéndose". Así, ha añadido que muchas de las información llegaban primero a través de la prensa. "Estaba claro que recibía filtraciones", ha afirmado.
El testigo también ha añadido que recibió amenazas que le obligaron a cambiar de domicilio. "Vivía en el terror absoluto", ha indicado.
"Interroga usted como el fiscal Subirán. Haga una pregunta y déjeme contestar", le ha dicho a uno de los abogados de la defensa, que ha asegurado que es "un halago" que le comparen con él. "Pues le acompaño en el sentimiento", ha respondido el testigo.
Por otra parte, el exregidor de Movilidad del Ayuntamiento de Palma Joan Ferrer, en su declaración como testigo, ha señalado que Subirán le pidió técnicos expresamente para que "declararan en contra de Miguel Ángel Femenía" y que se limitó a aportar documentación que pensaba que podría ayudar a aclarar la situación ya que en la causa figuraba la documentación de la licitación y él tenía la ejecución del contrato.
Según el testigo, Subirán le insistió, en relación al supuesto concurso amañado de la ORA, en la cuestión de los parquímetros, las bicicletas eléctricas y el beneficio industrial.
Según el exedil, los investigadores consideraban el beneficio industrial como una "mordida", a lo que él explicó que ese concepto es habitual en los contratos públicos, que es el beneficio que se lleva la empresa y que todo constaba en los pliegos. "Me contestaron que los pliegos no los iban a mirar", ha añadido.
Al inicio de la jornada, una de las testigos ha asegurado a preguntas del fiscal que se sintió "coaccionada" cuando fue llamada a declarar en relación a un prostíbulo de la calle Cataluña que, sin embargo, ha asegurado que no conocía. "El fiscal me llegó a llamar puta y yo pregunté si eso era normal. Me hicieron sentir como si yo fuera el verdugo", ha afirmado.