El acusado de matar a un turista en Punta Ballena clama justicia: "Yo no hice lo que dice Fiscalía"

En la sesión final de la vista oral, el acusado, un británico de 38 años, ha suplicado al jurado y al tribunal que se haga "justicia", por él, por su hijo y por la víctima.

Emocionado, el hombre ha lamentado “el horror” que ha supuesto para él y su familia estar en prisión provisional acusado de homicidio, así como escuchar “mentiras” en su contra durante todo el juicio.

El ministerio público reclama 12 años de prisión para el acusado de un delito de homicidio en abril de 2018, cuando el joven agredido ante un pub de la calle Punta Ballena fue hospitalizado en estado grave en el hospital Son Espases de Palma y murió días después tras ser sometido a una neurocirugía.
En su informe final, la Fiscalía ha subrayado que el turista británico de 30 años murió a causa de la patada en la cabeza que presuntamente le propinó el acusado ante un pub de Magaluf y ha descartado que el responsable de la agresión fuese otro chico, tal como apuntó un testigo norirlandés.

En referencia a las grabaciones de la agresión a las puertas del local, la fiscal ha descartado que otra persona se metiera en el grupo de gente que rodeaba a la víctima y ha insistido en que el acusado fue quien golpeó y propinó la patada mortal que acabó con la vida del joven turista.

“Tú no has visto nada, nadie le ha dado una patada a nadie. Vete de aquí antes de que vengan los chicos”, dijo una camarera del pub a un testigo, según ha rememorado este jueves la fiscal en la última sesión del juicio.

Ha recalcado que el trabajador del pub, que reconoció haber dado un guantazo al turista, no actuó en legítima defensa y que, tras la presunta agresión, se cambió de gorra y de chaqueta en varias ocasiones con el fin de que los testigos no lo identificaran como el responsable de la agresión.

Ha señalado que, en vez de ayudar a recoger en el local, el acusado se escondió tras una columna durante una hora y media porque presuntamente “tenía miedo de que los amigos de la víctima fueran al bar a por él”.

La acusación pública también se ha referido a la conversación “con gestos” que el acusado y su jefe mantuvieron en la oficina del local tras lla presunta agresión. “¿Todos esos gestos de preocupación por sólo dar un guantazo a alguien?”, ha cuestionado la fiscal.

También ha acusado al responsable del pub de encubrir la patada mortal que presuntamente propinó el trabajador, delito por el cual se enfrenta a 20 meses de cárcel: “Sabe quien ha dado la patada y hace todo lo posible para que no se sepa”.

La abogada Marta Rossell, que defiende los intereses de la familia de la víctima, ha asegurado estar “absolutamente convencida” de que el empleado dio la patada mortal, ya que “en las grabaciones se deduce que hace un gesto con la pierna propio de una patada”.

Por su parte, el abogado del acusado de homicidio, ha criticado unas acusaciones que considera basadas en hipótesis e interpretaciones y ha hecho hincapié en que “no se puede condenar sin evidencias”. “La verdad siempre aflora”, ha agregado.

La defensa del dueño del pub acusado de encubrir el homicidio ha recordado que “el único testigo que localizó la Policía dijo que no vio al acusado propinar una patada al turista” y que su cliente no ocultó a la Guardia Civil la existencia de las grabaciones de las cámaras de seguridad.

El jurado popular se reunirá el lunes para deliberar si el trabajador del pub es culpable de un delito de homicidio.