En el juicio que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares, el testigo, que era copropietario de un local competencia del Grupo Cursach en el Paseo Marítimo, ha achacado la tensión a que "no podían soportar que con su grandeza" le hicieran competencia.
"El monopolio se le rompía. No soportaban que lleváramos gente y que se divirtiera más. Tenía que matar eso", ha asegurado, para después relatar un enfrentamiento con el director general del Grupo Cursach, Bartolomé Sbert, en el que supuestamente sufrió amenazas.
El motivo, según sus palabras, fue la denuncia a unos autocares del Grupo Cursach frente a la puerta de Tito's. "Me dijo '¿tú me has parado el autocar? Muy bien, mañana hablamos'. Al día siguiente hubo dos autocares y consiguieron los permisos en 24 horas, algo raro conseguirlo tan rápido", ha aseverado.