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'La Guardia Civil empezó a ser más querida en Baleares cuando contó ya con agentes nacidos aquí'
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(Foto: J. Fernández Ortega)

"La Guardia Civil empezó a ser más querida en Baleares cuando contó ya con agentes nacidos aquí"

Por Josep Maria Aguiló
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jmaguilomallorcadiariocom/8/8/23
jueves 12 de octubre de 2023, 10:03h

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El suboficial mayor de la Guardia Civil retirado Juan Martín Rodríguez Delgado (Santa Cruz de Tenerife, 1954), acaba de publicar el apasionante libro La Guardia Civil en las Islas Adyacentes (Baleares) Primera época (1846-1936). En dicho volumen, editado por Punto Rojo Libros, su autor analiza pormenorizadamente la historia de la Benemérita en el Archipiélago desde su llegada a nuestra comunidad, a mediados del siglo XIX, hasta el inicio de la Guerra Civil. En principio, Rodríguez Delgado tiene previsto publicar una segunda parte de esta obra, que abarcaría desde 1936 hasta la actualidad. Cabe recordar que hoy jueves, 12 de octubre, se celebra precisamente la festividad de la patrona de la Guardia Civil, que es la Virgen del Pilar.

¿Cuándo llegó el primer contingente de la Guardia Civil a Baleares?

El primer contingente de la Guardia Civil que tuvo Mallorca llegó el 20 de septiembre de 1846. En concreto, vino una sección compuesta por 24 guardias civiles, al mando del teniente Pedro José Sancho, que era natural de la localidad de Artà. Llegaron y se establecieron en el Convent de Sant Francesc, en Palma. Quizás convenga recordar que en aquella época los mandos de la Benemérita en las provincias eran elegidos por el duque de Ahumada —fundador y primer director general de la Guardia Civil—. En ese sentido, el duque de Ahumada consideró que al ser el citado teniente originario de las Islas, sería la persona idónea para ser el primer jefe de la Guardia Civil aquí.

¿Qué resaltaría del teniente Pedro José Sancho?

Como ocurría en el seno de la mayoría de las familias nobles de la época, empezó su trayectoria como militar voluntario en el Ejército. Luego, a lo largo de su itinerario profesional, estuvo en diversos regimientos en la Península como soldado, hasta que una de las guerras carlistas le dio el impulso para su ascenso posterior a oficial.

¿En qué año se había creado la Benemérita en España?

Se había creado en 1844, si bien el despliegue de la Benemérita en las diferentes provincias era complicado en aquel momento, por las condiciones que se exigían entonces para poder ser guardia civil, pues no todo el mundo las reunía en aquella época.

¿Cuáles eran esas condiciones?

Esas condiciones eran saber leer y escribir, tener buena conducta si se procedía del Ejército, ser soltero o viudo sin hijos antes de ingresar en el cuerpo o no tener defectos físicos. Eran circunstancias que no todos los posibles candidatos reunían. Por ello, como le he comentado, inicialmente hubo problemas para poder elaborar las plantillas para cada provincia.

Entiendo, sí...

Ese fue el principal motivo por el que la Guardia Civil no llegó a Baleares hasta dos años después de su creación. En Canarias, por ejemplo, lo hizo todavía más tarde, pues no llegó allí hasta cincuenta años después de la fundación de la Benemérita. Un hecho curioso que destaco en el libro es que muchos guardias civiles que estaban aquí en Mallorca pidieron poder irse a Canarias cuando se formó la comandancia allí.

"El primer contingente de la Guardia Civil que tuvo Mallorca llegó el 20 de septiembre de 1846 y el primer puesto se estableció en Andratx en 1848"

¿En qué año y en qué municipio se estableció ya como tal el primer puesto de la Guardia Civil en Mallorca?

Fue en 1848, en el municipio de Andratx. Cabe recordar que normalmente los puestos estaban conformados en aquella época por un cabo y cuatro guardias.

Ah, de acuerdo...

Con el tiempo, se fueron creando poco a poco nuevos puestos en otros municipios mallorquines. Recuerde que en el siglo XIX no existía aún la Policía como tal, por lo que la mayoría de ayuntamientos y en especial sus alcaldes consideraban que era necesario que hubiera una fuerza de orden en cada localidad para hacer que se respetaran las leyes y hubiera un cierto orden.

¿Cuándo diría que nació y se desarrolló el afecto por la Benemérita en Baleares?

Yo diría que la Guardia Civil comenzó a ser más querida en Baleares cuando se integraron en ella personas nacidas en las Islas, que fue ya a los dos o tres años de su establecimiento en el Archipiélago. Este hecho daba a los ciudadanos una mayor confianza y hacía también que existiera un mayor aprecio hacia el cuerpo.

¿Qué tipo de delitos se investigaban entonces en las Islas?

Es cierto que en Baleares no había el problema de orden público de las partidas de asaltadores de caminos que sí existía en la Península, pero como es natural había otro tipo de delitos, por ejemplo un elevado número de asesinatos que entonces se calificaban como crímenes pasionales, así como también numerosos robos y asaltos.

¿Qué diría que ha cambiado hoy con respecto a las primeras actuaciones de vigilancia que había en aquella época?

Bueno, en aquel entonces, con un cabo y cuatro guardias se podían controlar todas las cuestiones de orden público en cualquier municipio, pero en la actualidad eso es imposible. Hoy en día ya no es igual que antes. A ello hay que añadir el conocido problema de la falta de personal en determinadas profesiones.

"En el siglo XIX había un elevado número de asesinatos que entonces se calificaban como crímenes pasionales, así como también numerosos robos y asaltos"

¿Cuál era el proceso administrativo que se seguía para poder instaurar un puesto de la Guardia Civil en el siglo XIX?

Los jefes políticos de cada provincia —lo que hoy se denominan gobernadores civiles— solicitaban al Ministerio de la Gobernación la instalación de tal o cual puesto en algún municipio concreto, que era una petición que a veces se podía atender y otras veces no. En ese contexto, no hay que olvidar que quien corría con todos los gastos era cada ayuntamiento, que asimismo tenía que buscar un local que fuera adecuado, porque además del cabo y de los cuatro guardias debían de poder vivir también en ese inmueble las propias familias de los agentes en el caso de los que estaban ya casados.

¿La Guardia Civil siempre ha formado parte de las Fuerzas Armadas?

No, esa circunstancia se dio con posterioridad. Si nos remontamos a sus inicios, podríamos decir que la Guardia Civil reunía entonces una doble condición. En tiempos de paz, era un cuerpo de orden dependiente exclusivamente del poder civil, ya fueran los jefes políticos o los gobernadores civiles. Ahora bien, en caso de guerra la Benemérita dependía también del capitán general de cada provincia. Como ve, había una doble dependencia en determinados casos.

¿En qué fechas pasó la Benemérita a depender ya sólo del Ejército?

Bueno, partiendo de la base de que se trató de un proceso progresivo, yo diría que fue a partir del denominado Sexenio Revolucionario, que tuvo lugar en 1868 y 1874. A partir de ese momento, la Guardia Civil se consideró ya un cuerpo del Ejército. Piense que, además, la mayoría de los mandos de la Benemérita procedían entonces del Ejército y que aún no había una academia de oficiales de la Guardia Civil.

¿La labor humanitaria de la Guardia Civil nació con posterioridad a su labor tradicional de vigilancia?

Yo diría que la labor humanitaria de la Guardia Civil está ya presente desde los primeros años de su fundación. De hecho, la idea originaria que tenía el duque de Ahumada era la de una Guardia Civil que, además de hacer guardar las leyes y proteger la propiedad privada, ayudase al ciudadano en cualquier tipo de siniestro o de catástrofe. Como seguramente sabe, el título de Benemérita le viene precisamente por la labor humanitaria que desarrolló ya a lo largo de sus primeros años de existencia.

¿Cuándo surgió en usted la idea o la vocación de ser guardia civil?

Bueno, yo pienso que en este tipo de vocaciones ya nace uno con ellas. En mi caso, me gustaba todo lo relacionado con lo militar y además quería pertenecer a un cuerpo que fuera especialmente apreciado por la gente. Ingresé en la Guardia Civil en 1975, que era una época dura, porque empezaba el terrorismo en el País Vasco.

"A partir del denominado Sexenio Revolucionario, que tuvo lugar en 1868 y 1874, la Guardia Civil se consideró ya un cuerpo del Ejército"

¿Y con anterioridad?

Con anterioridad, había hecho el servicio militar en Infantería como voluntario, en Canarias. Una vez acabado el Servicio Militar, me inscribí en la Academia de la Guardia Civil, que estaba ubicada en Úbeda, en Jaén. Allí estuve cinco meses.

¿Con qué grado salió de la Academia una vez acabado el periodo de formación?

En aquella época había diferentes grados y mandos. Yo salí como guardia civil segundo.

¿Cuál fue su primer destino ya como guardia civil?

Mi primer destino fue en Mallorca, en el municipio de Campanet. Estuve allí cuatro años, que era el periodo de tiempo indispensable para poder presentarse luego para el empleo de cabo.

¿Por qué eligió precisamente Baleares?

Bueno —sonríe—, elegí Baleares porque al ser yo canario pensaba que, de algún modo, hay siempre una especie de hermandad entre aquellas personas que han nacido en una isla. Y así es, efectivamente.

¿Siempre estuvo destinado en Mallorca?

No, no siempre. Ya fuera por ascensos o por misiones internacionales, pasé determinadas épocas aquí y otras épocas las pasé trabajando en otros destinos. En ese sentido, me gustaría destacar que entre 1999 y 2000 estuve en Guatemala, en un programa de la Unión Europea, asesorando a la Policía Nacional Civil de dicho país centroamericano.

"La mayor parte de mi trayectoria profesional como guardia civil la desarrollé en Mallorca"

Aun así, ¿es correcto decir que la mayor parte de su trayectoria profesional la desarrolló en nuestra isla?

Es correcto, sí. Fue así efectivamente, en diferentes puestos.

El primer volumen del libro que acaba de publicar concluye en 1936, que es un año trágico para la historia de nuestro país...

Así es, sí. Por lo que respecta a la Guardia Civil, en agosto de 1936 el Gobierno de la República decidió cambiarle el nombre, pues su denominación a partir de aquel momento pasó a ser la de Guardia Nacional Republicana. Sin embargo, en la zona denominada nacional, la de los sublevados, el cuerpo seguía llamándose Guardia Civil. Por eso concluyo el primer volumen en 1936, porque considero que es un periodo crucial de esa división y de la historia de España.

En España existía también, en concreto desde 1829, el denominado Cuerpo de Carabineros, cuya misión esencial era la vigilancia de costas y fronteras...

Así era, sí. De hecho, los Carabineros continuaron existiendo también durante la Guerra Civil.

¿Qué pasó con este cuerpo una vez acabada la contienda?

Bueno, como la inmensa mayoría de los Carabineros habían optado por apoyar a la República, el general Franco decidió hacer desaparecer el Cuerpo de Carabineros en 1940 e integrarlo en la Guardia Civil.

Cuando yo era niño, y lo digo con el máximo respeto, no se tenía la excelente percepción que se tiene hoy de la Guardia Civil, pues en algunos casos producía un cierto temor...

Entiendo lo que me quiere decir, sí. Ello era debido a que en determinados momentos se hizo una utilización política de la Guardia Civil. Esa circunstancia provocó que durante la dictadura se crease una cierta aureola de fuerza represora vinculada a los diferentes gobiernos que hubo entonces.

"Con la restauración de la democracia se volvió a encauzar la idea originaria del fundador de la Guardia Civil, como un cuerpo que ayudase y protegiera al ciudadano"

¿Esa imagen cambió por completo con la restauración de la democracia en España en 1977?

Así fue, efectivamente. Ese cambio se produjo porque se volvió a encauzar la idea originaria del fundador de la Guardia Civil, como un cuerpo que ayudase y protegiera al ciudadano, y que no fuera utilizado políticamente por ningún gobierno.

Una curiosidad personal. ¿Cómo surgió la idea de que la Guardia Civil fuera el único cuerpo que llevaba tricornio?

Como puede verse en una de las fotografías de la portada de mi libro, las primeras prendas de cabeza de la Guardia Civil eran de fieltro, muy parecidas a las que llevaban muchos cuerpos militares en el siglo XIX. Poco a poco, esta prenda se fue modificando en el caso de nuestros agentes y su exterior se forró de una especie de hule, que impedía que el agua penetrara. No hay que olvidar que gran parte de la labor de la Benemérita se llevaba a cabo entonces en zonas despobladas, a cualquier hora del día o de la noche y a menudo con mal tiempo.

Es cierto, sí...

Con el tiempo, a ese hule se le fue dando ya de modo permanente la forma de un sombrero de tres picos. Por tanto, el tricornio forma parte de la uniformidad de la Guardia Civil desde el primer momento. Es cierto que hoy en día tenemos otro tipo de prendas y de gorras —por ejemplo, las boinas— para el servicio, pero para la uniformidad de gala se sigue utilizando el tricornio.

¿Nos podría contar, por favor, alguna de las interesantes anécdotas que salen en su libro?

Sí, por supuesto. En el libro cuento que un guardia civil mallorquín, Francisco Moyá Campins, fue destinado a Sevilla y que cuando abandonó el cuerpo, en 1912, fundó en el pueblo andaluz de Herrera una fábrica para hacer tricornios. Este hombre tuvo la idea de hacerlos de corcho, ya que en un principio eran de cartón forrados de tela. De ese modo, los materiales que se utilizaron desde aquel momento fueron el citado hule negro —que sería sustituido a mediados de los cincuenta por el plástico— y el corcho. En la actualidad, más de un siglo después, Manufacturas Moya —hoy ya sin tilde— sigue siendo un referente en la fabricación de tricornios.

¿En principio habrá un segundo volumen de su historia de la Guardia Civil en Baleares?

La idea es que haya un segundo volumen, sí, que abarcaría desde mediados de los años treinta del pasado siglo hasta el momento presente.

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